Chequia reforzará la lucha contra el robo de obras de arte que terminan en el extranjero
El Ministerio de Cultura, el Instituto Nacional de Monumentos y la Policía firmaron un acuerdo que busca hacer más eficiente el proceso de recuperación de obras de arte robadas en Chequia y enviadas al extranjero.
Desde los años 90, se robaron en Chequia miles de obras de arte como esculturas, cuadros o joyas que la Policía no ha sido capaz de rastrear. Muchas de ellas, sin embargo, aparecen en el mercado negro y es muy complicado conseguir que se devuelvan a los propietarios originales. Un ejemplo es la estatua de San Zacarías de la capilla de la ciudad de Jaroměř que volvió al lugar después de casi 40 años.
Según explicó Naděžda Goryczková, directora general del Instituto Nacional de Monumentos, para la Televisión Checa, los robos en las iglesias eran muy frecuentes en los años posteriores a la Revolución de Terciopelo de 1989.
“Las iglesias no estaban suficientemente protegidas y en las zonas apartadas, realmente, los ladrones las saqueaban”.
Por eso, el Ministerio de Cultura, el Instituto Nacional de Monumentos y la Policía firmaron recientemente un acuerdo que busca simplificar el proceso de devolución de los bienes culturales exportados ilegalmente. Nuevamente, el Ministerio, por ejemplo, será responsable de presentar la solicitud sobre la búsqueda del bien cultural, comenzará el procedimiento para lograr su devolución y cooperará con otros países.
Por su parte, el Instituto Nacional de Monumentos se encarga de buscar en distintas bases de datos los objetos sacados ilegalmente del país. Y la Policía gestiona el sistema de información PSEUD (Portal del sistema de evidencia de las obras de arte) y colabora con los equipos policiales internacionales. Martin Vondrášek, presidente de la Policía checa dijo que el carácter de los robos cambió considerablemente desde los años 90.
“Cuando hacíamos registros en los domicilios de los delincuentes que repetidamente habían cometido robos, nos llevábamos la sorpresa de encontrar muchas de esas obras. En la actualidad, por lo general, los ladrones saben qué es lo que están robando, por qué y cuál es el valor de las piezas”.
El nuevo acuerdo entre las tres instituciones fue valorado por el ministro de Cultura, Martin Baxa. De acuerdo con él, la colaboración con el Instituto Nacional de Monumentos y la Policía es absolutamente crucial. Los procedimientos de cooperación ya funcionaban en el pasado, pero no sobre una base de reglas escritas. En este momento, ya adquieren un carácter formal, sostuvo el ministro.
“Lo hacemos para que los ladrones de obras de arte no crean que están a salvo y que nunca se les descubrirá”.
El presidente de la Policía Vondrášek agregó que muchas de las obras de arte en cuestión no pierden su valor a lo largo del tiempo, todo contrario, se trata de artículos muy valiosos en el mercado negro. En 2022, se registraron en la República Checa cerca de 170 robos de piezas antiguas y artísticas. Se recuperaron tan solo 12. En la mayoría de los casos, los hurtos se produjeron en pisos y casas privadas. Las iglesias, no obstante, siguen siendo blanco de los ladrones.