Chequia pagó hasta 29 euros por unidad de mascarillas FFP2 en la primera ola
La Contraloría Suprema desvela en un informe el caos en las compras de material sanitario por parte del Estado en los primeros meses de pandemia y los precios abusivos que se pagaban. El Gobierno considera que el órgano de control no evalúa debidamente las circunstancias extraordinarias de aquel periodo.
La Contraloría Suprema de la República Checa señala en un informe cómo reaccionó el Estado al estallido de la pandemia de coronavirus en marzo de 2020. La República Checa gastó desde enero hasta finales de agosto unos 325 millones de euros en equipos de protección.
Miroslav Kala, presidente de la Contraloría Suprema, explicó en un vídeo qué llevó al órgano a comenzar su estudio.
“La razón para iniciar este control fueron las noticias alarmantes sobre los precios excesivos de las compras, que hemos podido confirmar. La diferencia de precios con otros productos comparables es enorme”.
Reinó el desconcierto en el Gobierno checo ante la llegada del coronavirus, explica el informe. Dos ministerios realizaban las compras de material sanitario, el de Salud y el de Interior. No había comunicación entre ellos y los precios de compra eran completamente distintos.
El Ministerio del Interior compró mascarillas FFP3 por una horquilla de precios tan dispares que iban entre los 2,30 y los 16 euros por unidad. Mientras, el Ministerio de Salud adquiría a menudo mascarillas FFP2 por valores que superaban a las de las FFP3, que ofrecen mayor protección, y llegó incluso a adquirir mascarillas FFP2 a casi 30 euros la unidad.
El órgano de control esperaba que los mayores excesos se produjeran en las primeras semanas o meses de pandemia, pero, sin embargo, recalcan que no fue así.
Además, no se realizaron los controles de calidad adecuados a los productos, y como más tarde pudieron averiguar, parte de estos pedidos, no reunía los requisitos. Según las muestras analizadas por la Contraloría, que se corresponden a pedidos de un total de 28 millones de mascarillas, 13,3 millones no pasaron las pruebas de calidad, esto es, cerca de la mitad.
La Contraloría ha podido saber que en algunos casos los productos ni siquiera se correspondían con su descripción y que muchos lotes no llegaron a ser puestos a prueba.
Otro capítulo del estudio aborda el transporte de los pedidos, como explica Josef Kubiček, miembro de la dirección de la Contraloría.
“El transporte de material sanitario desde el extranjero, especialmente desde la República Popular China, se realizó por avión hasta mayo de 2020. En los controles averiguamos que por el poco tiempo disponible para realizar la carga, sobre todo, al inicio de los suministros, los aviones volaban semivacíos”.
El transporte por cada kilo de material transportado se multiplicó así drásticamente, dando de media algo menos de 17 euros por kilo. Cuando el transporte se empezó a hacer por tren desde China, el precio bajó hasta 80 céntimos de euros por kilo. En total, Chequia gastó en transporte de equipos de protección desde China en este periodo 37 654 000 euros.
Babiš: “La Contraloría ha descubierto América”
El Gobierno cree que el informe no evalúa en su justa medida lo extraordinario de la situación a la que tuvieron que enfrentarse, explicó el primer ministro, Andrej Babiš.
“Llegó una pandemia que nadie podía esperar. Todos los estados del mundo se pusieron a comprar equipos de protección. Es lógico que nadie estuviera preparado”.
Babiš incluso llegó a decir que la Contraloría había “descubierto América” en sus averiguaciones. El primer ministro también recordó que hasta entonces las compras las realizaba cada hospital por separado. Cuando comenzó la pandemia se creó un centro de compras en el Ministerio de Salud, pero sin experiencia, y que bajo aquellas circunstancias, compraba todo lo que había.
En los mismos términos se ha defendido el ministro del Interior, Jan Hamáček, destacando que lo único que se tenía en cuenta era la rapidez en las compras.
Desde 2012 no se hizo ninguna actualización del plan de pandemias
Otra de las conclusiones del informe es la falta de preparación que demostró la República Checa ante una situación así, expone el presidente de la Contraloría, Miroslav Kala.
“El Ministerio de Salud infravaloró durante mucho tiempo y de forma notable la preparación del sistema de salud para un caso de epidemia de una enfermedad infecciosa. Desde el año 2012 no se realizó ni una sola actualización del plan de pandemias de la República Checa. Los planes del Ministerio de Salud y del Ministerio del Interior no incluían la compra de material sanitario necesario para superar una epidemia extraordinaria”.
Cuando la pandemia del coronavirus se acercaba a Europa, los responsables políticos y sanitarios checos, como los de otros muchos países, reiteraron que la situación estaba bajo control y se contaba con los medios necesarios. Por entonces, las reservas totales de mascarillas en la República Checa eran de 10 000 unidades.