Chequia necesita donantes jóvenes de sangre
Decenas de personas acudieron al edificio de la Radiodifusión Checa este miércoles para donar sangre. Un equipo del Hospital Militar se trasladó así hasta el centro de la capital para buscar sangre ‘fresca’, que es lo que los hospitales del país necesitan en la actualidad.
“En la República Checa donan sangre dos de cada cien personas. Así que no es verdad que falte sangre, hay sangre suficiente. Pero existía la costumbre de dar sangre desde la mili, y como ya no se hace el servicio militar, el donante medio va envejeciendo. Hay que enseñar a los jóvenes a donar, porque además cada nuevo donante posiblemente porta nuevos antígenos que pueden ayudar a los pacientes”.
Cada día, las necesidades de sangre de los hospitales y el Instituto de Medicina Clínica y Experimental es de unos cincuenta litros de media, aunque en algunas intervenciones quirúrgicas de mayor complicación, un solo paciente puede necesitar más de una decena.En la República Checa existen incentivos para favorecer la donación como por ejemplo que el donante recibe el día libre en su trabajo por ley, además de una pequeña rebaja fiscal por cada extracción. Según Michaela Kořánová, todos los tipos de sangre son bienvenidos.
“La sangre más necesaria es la de los grupos más extendidos, que son los tipos A, y luego los universales, que es el 0. Pero todos los grupos son necesarios porque cada paciente necesita tener sangre del suyo”.Para ser donante hay que ser mayor de 18 años de edad y menor de 65, aunque no se recomienda empezar después de los 60. Básicamente basta con estar sano y no estar tomando algunos medicamentos específicos.
Otra campaña sanitaria que se ha unido a la jornada de ‘Dona sangre con la Radiodifusión Checa’ es la que busca posibles donantes de médula ósea, de gran importancia, ya que en muchos de los casos se trata de una cuestión de vida y muerte para los pacientes.La información para entrar en el registro de donantes de médula ósea la pueden encontrar en hospitales como el de la Plaza de Carlos (Karlovo náměstí), o el IKEM, en la calle Vídeňská, en Praga 4.