Bachillerato estatal unificado se somete a su prueba de fuego
Los estudiantes que el próximo año terminarán sus estudios de secundaria tienen una buena oportunidad de comprobar el nivel de sus conocimientos. Esta semana tiene lugar en el país el ensayo general del examen de bachillerato estatal unificado que será introducido en 2011.
Su objetivo es comprobar si los centros de educación y oficinas públicas están preparados para la prueba que, por primera vez en la historia de la República Checa, será la misma para todos. Hasta el presente, el contenido y el nivel del examen variaba de un instituto a otro, ya que eran los profesores quienes se encargaban de prepararlo.
Los estudiantes que realizaron el ensayo de la prueba este lunes coincidieron en que las preguntas eran más difíciles de lo que esperaban y que muchas veces permitían más de una opción de respuesta.Según cálculos previos, alrededor del 20 por ciento de los alumnos no superará el examen, una cifra adecuada, según el ministro de Educación, Josef Dobeš.
“El número no me asusta. Me asustaría más si no cambiaría nada. Si el examen de bachillerato siguiera siendo factible para todos, como lo es ahora cuando sólo el 2,5 por ciento de los estudiantes de secundaria falla en la prueba. Es una clara muestra de que el sistema actual no es el ideal”, sostuvo Dobeš.Mientras que los alumnos se quejan de la dificultad del examen, los profesores critican la excesiva burocracia relacionada con la realización de la prueba. Muchos opinan que simplificando la organización, se ahorraría mucho dinero. Así lo ve, por ejemplo, Pavel Michalík, director de la Escuela Secundaria de Mecánica, en Lutín, Moravia del Norte.
“Basta con poner un ejemplo. Terminada la prueba, todos los materiales se escanean y se envían al Centro para la Preparación del Examen de Bachillerato (Cermat) donde se evalúan. Esto supone mucho trabajo y un enorme flujo de datos. Debe existir un manera más simple”, opina Michalík.Los preparativos para el examen de bachillerato unificado han tardado más de 13 años y su coste ha alcanzado casi los cinco millones de euros, la mayoría procedentes de fondos europeos.
El proyecto tiene muchos opositores entre los profesores y los estudiantes quienes se manifestaron repetidamente contra su introducción. Gran parte de ellos se reúnen en la red social de Facebook desde donde organizan sus actividades.
Los resultados del ensayo general del examen se harán públicos a comienzos de noviembre.