Ensayo general de bachillerato, cruel espejo de la educación checa

Foto: ČTK

Más de la tercera parte de los estudiantes de secundaria que participaron en el ensayo general de bachillerato no pasaron la prueba. El resultado fue una sorpresa ingrata para el ministro de Educación, Josef Dobeš. A pesar de ello, está decidido llevar adelante el proyecto.

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“La educación checa está enferma”, sostuvo el ministro de Educación, Josef Dobeš, con motivo de la inauguración del nuevo año escolar en septiembre pasado. Al pronunciar estas palabras, no sabía aún que el ensayo general de bachillerato unificado, cuyos preparativos tardaron más de 13 años y que costó al Estado casi cinco millones de euros, terminaría en desastre.

De los 95.000 estudiantes de secundaria que participaron en el ensayo, el 33 por ciento no superó la prueba. El peor resultado se registró en el examen de matemáticas, que sólo logró pasar el 52 por ciento de los alumnos.

El ministro aseguró que el bajo rendimiento le sorprendió, pero afirmó que cuando se trate de un examen de verdad el éxito será mayor.

Josef Dobeš,  foto: ČTK
“El resultado demuestra que entre el 15 y el 21 por ciento de los estudiantes no superará el examen de bachillerato, tal como lo hemos previsto. Los motivos son claros. Primero, a los alumnos que participaron en el ensayo les falta un año de estudios. Segundo, no contaron con ningún tiempo libre para prepararse. Y tercero, no tuvieron la motivación suficiente”, opina Dobeš.

El ensayo demostró que existe una gran desproporción entre el nivel de enseñanza en los diferentes institutos. Los liceos alcanzaron mejores resultados que otros tipos de escuelas secundarias. En cuanto a la diferencia entre los colegios públicos y privados, en los privados el número de fracasos fue el doble.

Según la ex vicepresidente del Comité para la Enseñanza y líder del Democristiano Partido Popular, Michaela Šojdrová, igualar el nivel de conocimientos de los estudiantes de secundaria es el principal objetivo del bachillerato estatal unificado.

“Nuestro objetivo es asegurar cierto nivel de enseñanza secundaria. Podemos discutir el nivel de la prueba, su mayor o menor dificultad, pero lo importante es introducir el bachillerato estatal ya. El ensayo general ha demostrado que tenemos un problema. Es nuestra prioridad resolverlo cuanto antes”, indicó Šojdrová.

El examen de bachillerato estatal se efectuará en el país por primera vez en 2012. Los estudiantes realizarán obligatoriamente la prueba unificada de la lengua checa y voluntariamente la de matemáticas y un idioma extranjero. La oferta de las asignaturas poco a poco se irá ampliando.

Los expertos advierten desde hace mucho tiempo sobre la paulatina degradación del nivel educativo checo. En un sondeo realizado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que estudió el nivel de lectura, matemáticas y ciencia entre alumnos de 15 años, Chequia ocupó el lugar 24 de la lista, un resultado comparable con el de Georgia y Rumania, por ejemplo.