Arqueólogos checos hallan restos de lo que podría ser el Templo de Salomón
Un reciente descubrimiento realizado por arqueólogos checos en Israel podría significar que el primer Templo de Salomón no está donde originalmente se creía.
Su valor no solo viene dado por el hecho de que no tengamos restos arqueológicos del primer Templo de Jerusalén, sino también porque se ha encontrado a unos nueve kilómetros de Jerusalén, en una localidad llamada Tel Moca.
Según los expertos, sus características arquitectónicas coinciden plenamente con las descripciones ofrecidas en la Biblia sobre el Templo de Salomón, por lo que si este es el auténtico templo, la Jerusalén original podría no estar exactamente situada donde se encuentra la ciudad actual.
El descubrimiento de esta zona arqueológica se originó a partir de unas obras en la carretera principal que une las ciudades de Jerusalén y Tel Aviv, donde había un tramo especialmente peligroso que las autoridades querían reformar, como explicó a la Radiodifusión Checa Shua Kisilevitz, de la Administración de Monumentos de Israel.“A principios de los años 90, las Administración de Carreteras decidió reconstruir esta parte de la carretera número 1 entre Tel Aviv y Jerusalén para acabar con la temida curva de la muerte que había antes”.
Las obras desvelaron algunos descubrimientos arqueológicos interesantes, tras lo que los profesionales no esperaban encontrar más cosas de valor, pero unas excavaciones posteriores para situar unos pilares llevaron hasta este interesante hallazgo.
Entre las personas que trabajan en la excavación, la mitad son profesores y estudiantes de arqueología checos, según apunta Filip Čapek, profesor de la Facultad de Teología Evangélica de la Universidad Carolina de Praga.
“Además de nuestro pequeño grupo, aquí tenemos gente de la Administración de Monumentos de Israel, varias personas de Tel Aviv, y lo más interesante, tenemos obreros palestinos que cocinan unas comidas maravillosas y están aquí realizando trabajos de reconstrucción de emergencia”.Añade Čapek que estos descubrimientos pueden no ser del agrado de algunas personas religiosas que siguen firmemente los textos bíblicos, pues la arqueología está demostrando que la centralización de un culto monoteísta en Jerusalén no sucedió de una manera tan definida. Ya que en la zona aparecen también símbolos pertenecientes a dioses de otros cultos diferentes, que quizás convivieron durante algún tiempo.
De la misma opinión es Shua Kisilevitz, quien destaca que plantear una alternativa a la localización original de Jerusalén es un tema que molesta a mucha gente.
Por el momento, el equipo sigue trabajando con ayuda de los arqueólogos checos, y se espera que los restos de este templo de tiempos bíblicos sean accesibles al público lo antes posible.