A 70 años del juicio contra Slánský, cuando los comunistas ejecutaron a varios de sus líderes
La revolución devora a sus propios hijos. A Rudolf Slánský no le salvó ni su infinita lealtad a la URSS.
La persecución de los enemigos de clase y los procesos inventados eran prácticas del bloque comunista y estalinista desde los años 30. A pesar de esto, la detención de Rudolf Slánský, uno de los líderes comunistas de la entonces Checoslovaquia, provocó un impacto general.
Fueron condenadas 14 personas, todos altos cargos comunistas, 11 de origen judío. Los acusados fueron obligados a aprender de memoria sus forzadas confesiones y repetirlas frente al Tribunal del Estado.
Slánský fue acusado de espionaje, alta traición, sabotaje y revelación de secretos militares. Bajo presión reconoció todos los cargos.
El juicio Slánský, como se conoció aquella farsa judicial, fue uno de los mayores procesos políticos del llamado bloque comunista orquestado por el régimen de Moscú. El veredicto final fueron once ejecuciones y tres cadenas perpetuas.