400 años de la muerte de Rodolfo II, rey checo y emperador romano
Una misa de réquiem en conmemoración del rey checo y emperador romano Rodolfo II se celebró este jueves en la Catedral de San Vito de Praga en la víspera del 400 aniversario de la muerte de uno de los monarcas más destacados de la historia checa.
A pesar de sus modos extravagantes, el apasionado buscador de la piedra filosofal y del elixir de la juventud fue uno de los soberanos más ilustres de la época, destacó el cardenal checo Dominik Duka que celebró la misa en conmemoración de Rodolfo II este jueves en la Catedral de San Vito de Praga.
Su pasión por las artes y las ciencias despertó en España, ya que el hijo de Maximiliano II y de María de Austria y Portugal pasó gran parte de su juventud en la corte de Madrid de su tío Felipe II, subrayó el cardenal para la Radiodifusión Checa.“Ese hecho puede provocar en nuestra tierra una reacción negativa: ¿Un Habsburgo educado en España, ese oscuro rincón medieval de un tenebroso barroco? ¿Qué cosa buena pudo traer desde allí este amigo loco de los alquimistas? Pero no olvidemos que la España de entonces vivió su época de gloria, el siglo dorado de la literatura y de las artes y que fue una potencia con 31 universidades“, dijo.
En 1583, Rodolfo II se asentó en Praga y se convirtió en un gran mecenas de las artes y las ciencias. A fines del siglo XVI e inicios del XVII, la corte de Praga acogió a numerosos astrónomos, alquimistas, maestros de la magia negra y artistas de todo tipo, según dijo Dominik Duka.“Además del astrónomo Johannes Kepler, también el poeta Zikmund von Birken calificó de manera muy positiva el gobierno de Rodolfo II cuando dijo: ‘Los 37 años de su reinado representaron una época dorada de paz, alegría y bienestar. Su corte se convirtió en una tabernáculo de las musas, refugio de los sabios y artistas, sobre todo pintores y astrónomos’”, señaló.
Rodolfo II se inscribió en la historia, además, como un monarca muy tolerante. En 1609, su Carta de Majestad otorgó una amplia libertad religiosa a los diversos cultos protestantes, según recordó Aleš Pištora, del Arzobispado de Praga.
“Recordamos el aniversario de la muerte de Rodolfo II durante la Semana de Oración por la Unidad Cristiana y este Habsburgo, educado en un ambiente muy tolerante, se mostró muy comprensivo con respecto a los cristianos de otras confesiones, según demostró en su Carta de Majestad”.
La misa celebrada este jueves en la catedral de San Vito fue acompañada por el réquiem de Philippe de Monte, compositor flamenco de la corte del emperador Rodolfo II.