Zapatos y arte en el Instituto Baťa, de Zlín
Una hermosa colección de pinturas de autores nacionales y extranjeros, entre las que destacan cuadros de Alfons Mucha, así como la historia de la fabricación nacional de calzado y otras cosas interesantes. Todo eso se puede ver en el Instituto Baťa, un nuevo centro cultural, inaugurado recientemente en la ciudad morava de Zlín.
El centro fue denominado Instituto Baťa, para rendir homenaje a dos de los más exitosos empresarios locales, Tomáš Baťa y Jan Antonín Baťa, quienes crearon un verdadero imperio del calzado. Las dependencias del Instituto se abren paulatinamente al amplio público. La reconstrucción, iniciada en 2011, costó unos 35 millones de euros y el pasado 1 de mayo los interesados pudieron recorrer la primera parte del Instituto Baťa, según sostiene el director del Museao de Moravia de Sureste, Antonín Sobek.
”A los visitantes les atrae el lema del centro: ‘Los principios de Baťa – hoy una fantasía, mañana una realidad’, que provoca en las personas la esperanza de que verán algo que nunca antes habían visto. Y es cierto, porque, además de una galería de arte, conocen el Museo de Moravia del Sureste y una exposición sobre la historia de la fabricación del calzado en Zlín. Se encuentra aquí asimismo el Museo de Calzado que fue trasladado al Instituto Baťa de otro sitio y, gracias al amplio espacio que ofrece el centro, pudo ser ampliada su exposición. Uno de los tubos de vidrio, en los que están instalados los zapatos, nos lo enviaron los familiares de Baťa directamente de Canadá”.
En el Museo del Calzado local los visitantes pueden apreciar más de 650 pares de zapatos fabricados por la empresa de calzado Baťa, con sede en Zlín y cuyos productos se exportaban al mundo entero. En la exposición sobre la historia de la fabricación del calzado hay unas 52 máquinas, así como una antigua línea de producción de zapatos que en sus 50 años de existencia nunca antes fue presentada al público, indica Jaroslav Kocvalda, restaurador de las máquinas de fabricación de calzado.
”Esta línea de producción, al igual que otras máquinas de calzado instaladas en la exposición, son extraordinarias, porque fueron hechas por personas que asumían el trabajo con seriedad y lo concebían como un don y su misión principal en la vida. También el diseño de las máquinas es hermoso. Para los conocedores es algo semejante como apreciar un automóvil histórico, un veterano”.
Durante el recorrido por el Museo de Moravia del Sureste, los visitantes llegan a conocer por ejemplo la arquitectura de las casas unifamiliares para los obreros, construidas en Zlín por encargo de Baťa, creando posteriormente un extenso barrio obrero nuevo.
En otra parte pueden familiarizarse con la historia de los viajeros checos Jiří Hanzelka y Miroslav Zikmund y, por medio de un documental, acompañarles en su viaje a África. En el Instituto Baťa tienen también un automóvil, similar al que utilizaron Hanzelka y Zikmund en sus viajes por el mundo.El segundo edificio del Instituto Baťa en Zlín será inaugurado en verano próximo y, entre otras instituciones culturales públicas habrá allí una amplia biblioteca para especialistas y público en general.