Violan las reglas del tráfico. Y matan.
Con un saldo de 14 víctimas humanas terminó el fin de semana en las carreteras checas. La policía de tráfico considera el sábado como uno de los días más trágicos de este año.
El accidente más trágico tuvo lugar en la aldea de Píst, comarca de Opava, donde un conductor ebrio se salió de la carretera, llevándose por delante a un grupo de personas que estaban paradas frente a la discoteca local, informó René Cernohorský, portavoz de la policía de Opava.
"En el lugar fallecieron de inmediato dos chicas de 15 y 17 años. Otra está hospitalizada y su estado de salud es crítico. Hay otros cinco heridos de menor gravedad. El conductor, un joven de 20 años, se fugó después del accidente. No obstante, ocho horas después fue detenido por la policía".
Según testigos, el conductor circulaba a una velocidad de más de 100 kilómetros por hora. En la República Checa, la velocidad permitida en lugares poblados es de 50 kilómetros por hora.
Dos personas fallecieron en Veselí nad Luznicí, Bohemia del Sur, donde un conductor no respetó la señal de ceder el paso y entró en la carretera principal. Allí chocó contra otro automóvil.
Entre las víctimas de este fin de semana figuran también motociclistas y peatones.
Según la policía de tráfico, el motivo de las tragedias sigue siendo el mismo: la violación de las normas de tránsito. Los conductores no respetan la velocidad máxima permitida, no ceden el paso y conducen ebrios.
Un papel importante juega además la poca experiencia de los conductores novatos. Los expertos recomiendan seguir el ejemplo de varios países europeos, como Francia, Portugal y Austria, que han introducido carnets de conducir con validez temporal para los conductores noveles. En caso de un accidente, el conductor tiene que devolver el carnet e ingresar nuevamente en la autoescuela.
