Un año negro en las carreteras checas
Alrededor de 600 personas perdieron la vida en accidentes de tránsito el año pasado. Esto marca al 2018 como un año negro para los conductores checos.
Las muertes en carretera van en aumento. Según datos preliminares de la Policía de Tránsito unas 571 personas murieron como consecuencia de un choque o atropellados en 2018.
Se trata de 69 personas más que en 2017, y a la vez de la mayor cifra de muertes en carretera de los últimos tres años. La situación es alarmante a pesar de las diferentes y constantes campañas de prevención.Tomáš Neřold, jefe de BESIP, organización que se dedica a la seguridad vial, dijo a la Radiodifusión Checa que se ha registrado un aumento de accidentes mortales de motociclistas.
“Resulta evidente que un gran número de accidentes mortales con heridas de gravedad fueron protagonizados por motociclistas. Se registró un incremento del 40%, pero es necesario tomar medidas para evitar la muerte de peatones”.
La organización mantiene varias campañas de prevención que alertan a los conductores sobre el peligro de circular de manera temeraria, telefonear y conducir al mismo tiempo, así como la violación de la velocidad máxima permitida.
Todas las personas que han manejado en las carreteras de Chequia han notado la extraña costumbre de muchos conductores locales que no respetan la distancia de seguridad, a ellos está dirigida una nueva campaña adelantó Neřold.
“Queremos agregar una campaña dedicada a uno de los malos hábitos de los conductores checos. Resulta que además de conducir más rápido de lo permitido, no prestan atención y se pegan al vehículo que circula por delante. Esta es la causa de una serie de accidentes”.
Entre otro de los problemas mencionados por la Policía y el experto en seguridad vial, destaca la cada vez más frecuente muerte de peatones. Las causas son varias, al ya mencionado exceso de velocidad han de agregarse situaciones específicas para los meses de invierno cuando la visibilidad en las rutas empeora por la falta de sol.Los expertos debaten sobre la posibilidad de que se obligue a las personas a portar en su vestimenta elementos reflexivos también en las ciudades, y no solo en las aldeas como rige en la actualidad.
Entre las medidas estudiadas cabe destacar la introducción de elementos que ayuden a los peatones y conductores en las vías de varios carriles. Muchas veces un chofer se detiene delante de un paso de cebra, pero el del carril vecino continúa su marcha y atropella al peatón.
Las campañas de BESIP tratan de instruir tanto a los conductores como a los viandantes, recuerda Tomáš Neřold.