Václav Havel le pide a los niños checos que lean
Conocidas personalidades de la cultura y el deporte se incorporaron este martes a la campaña nacional "Toda la República Checa lee a los niños". En la iglesia de Santa Ana, en Praga, leyeron sus libros infantiles preferidos.
Los organizadores y protagonistas del evento quisieron animar a los padres a que lean a sus hijos por lo menos veinte minutos cada día. La velada de dos horas de duración en la iglesia de Santa Ana fue moderada por el letrista Michal Horácek, quien explicó a la Televisión Checa por qué aceptó esta invitación.
"Pienso que especialmente para nosotros, los checos, la lectura es casi una tarea sagrada, porque no somos un pueblo de conquistadores, empresarios, navegantes. Nuestro pueblo renació hace unos 150 años debido al libro. Fue la gente humilde del campo que mediante un libro inspiró a todo el pueblo para que volviéramos a recuperar nuestro idioma y nos convirtiéramos en una nación. El libro nos ayuda a volver a las raíces y construir en ellas algo nuevo y bonito".
La campaña "Toda la República Checa lee a los niños" fue impulsada ya por segundo año consecutivo por Eva Katrusáková, que se inspiró en actividades similares celebradas en Francia, Polonia y España. Según la organizadora, los niños no tienen que renunciar a la televisión para leer.
"La familia puede decir: a las siete y media apagamos la tele y habrá un cuento. Creo que es bueno que pase a ser un ritual cotidiano en cada hogar checo".
El proyecto, apoyado este año por el Ministerio de Cultura y de la Región Moravo-Silesiana, incluye lecturas en hospitales, jardines de infancia y centros de maternidad. Su objetivo es fortalecer la salud emocional de los niños. La lectura diaria en voz alta ayuda a desarrollar su capacidad de pensar independientemente y entrena su memoria. Las informaciones adquiridas de los libros pueden aumentar la confianza en sí mismo. Además, el encuentro común con un libro en la mano estrecha los lazos entre los padres y sus hijos.