Una Política Agraria Común más justa para 2013

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Los ministros de Agricultura reunidos en Brno acordaron sentar las bases para una Política Agraria Común más justa a partir de 2013. De momento los países de reciente incorporación a la Unión Europea, como la República Checa, reciben muchas menos ayudas a la agricultura que los viejos miembros.

Desde la ampliación de la Unión Europea hacia el Este, en 2004, la Política Agraria Común (PAC) ha diferenciado entre países de primera y segunda categoría a la hora de recibir las ayudas.

Jakub Šebesta y Michel Barnier,  foto: ČTK
La situación cambiará. En la reunión de ministros de Agricultura comunitarios, que se celebró este martes en Brno, los participantes coincidieron en la necesidad de reformar el sistema, como explicó el ministro checo del ramo, Jakub Šebesta.

“El nivel de los pagos directos en las diferentes regiones europeas se ha visto negativamente influido por la manera en la que se calcularon las dotaciones. Como consecuencia de la desproporción del sistema, los pagos directos son cada vez menos creíbles y todo el modelo será muy difícil de defender a partir de 2013”.

Actualmente la realidad es que, por un lado, los agricultores de los viejos países miembros reciben subvenciones a la producción, cuyas dotaciones han venido siendo sustituidas progresivamente por pagos fijos, basados, eso sí, en la producción histórica. Por otro lado, los agricultores checos, polacos, húngaros o búlgaros se benefician de ayudas fijas de mucha menor cuantía. El resultado es que un granjero griego recibe 600 euros por hectárea y un letón solo 100.

A partir de 2013 termina el desacoplamiento de las subvenciones agrarias a la producción en los viejos países miembros y el sistema de pagos fijos entra en vigor enteramente, lo que permitirá la reforma. Los ministros se comprometieron a iniciar en 2011 el esbozo de las futuras ayudas europeas a la agricultura. Šebesta adelantó que el apoyo al campo se realizará desde otra óptica.

“Se ha constatado que las ayudas directas han de ser relegadas en el futuro a un segundo plano, como instrumento ocasional de regulación económica, y que las ayudas han de dirigirse al desarrollo del medio rural en general. La Política Agraria Común debe ser además una herramienta más sencilla, flexible y mejor coordinada”.

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Según los representantes de las organizaciones agrarias reunidos en Brno, el sistema actual de pagos directos, además de injusto, crea un importante desajuste de mercado, ya que los agricultores de los nuevos países miembros sufren la competencia desleal de sus compañeros del Oeste, mucho más subvencionados.

Las críticas son tan duras que los sindicatos agrarios han propuesto a la eurocomisaria Mariann Fischer Boel, en un comunicado conjunto, que se adelante su reforma a 2010. En la misma declaración se incluyen también otras peticiones como, el establecimiento de un precio mínimo para la leche, una mayor regulación de las cadenas comerciales y mayoristas, y una política de apoyo a los seguros agrarios.

En la actualidad las ayudas de la PAC conforman el 40 por ciento del presupuesto de la Unión Europea, lo que supone más de un billón de euros. Desde los años 80 la cuantía ha ido bajando y en 2013 se espera que constituya solo el 32 por ciento del presupuesto comunitario.

Los estados que más se benefician son Francia (22 por ciento de las dotaciones), España (15 por ciento) y Alemania (14 por ciento). Le siguen Gran Bretaña, Grecia e Irlanda. Los 20 países restantes se reparten un 18 por ciento. La República Checa recibe solo nueve millones de euros.