Una historia de amor de película

Mónica Irús y Marek
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El amor y el trabajo son los motivos más frecuentes por los que los hispanohablantes acaban viviendo en un país como la República Checa. Pero existen historias de amor que parecen sacadas del argumento de una película. Es el caso de Mónica Irús y el músico checo Marek.

Mónica Irús y Marek
La española Mónica Irús no podía imaginar que ella protagonizaría una historia romántica del modo más inesperado. Todo empezó hace dos años, cuando su mejor amiga le propuso hacer un viaje a alguna ciudad europea, y el azar y un vuelo barato las trajo hasta Praga.

“Estuvimos seis días. Fueron geniales. Y al quinto día decidimos ir a escuchar jazz. Y según iba bajando las escaleras me fijé en un chico. Y parece ser que él también se fijó en mí”.

El chico en el que se había fijado era el trompetista de la banda que actuaba en el club, aunque ella no lo supo hasta que comenzó el concierto. Durante toda la actuación no dejaron de mirarse ni un segundo. Un divertido juego de miradas que Mónica pensaba zanjar cuando acabara el concierto. Al fin y al cabo ¿de qué podría hablar ella con un checo si ni tan siquiera podrían entenderse?

“El checo terminó su concierto y me despedí de él, le dije simplemente buenos noches, pero él me respondió en español. Anda, habla español, qué bien. Así que él con su amigo nos invitaron a un par de cervezas a mi amiga y a mí. Nos fuimos a un bar, estuvimos hablando con una mezcla entre inglés, español, italiano… Checo no, todavía no, y decidimos darnos los teléfonos y de esa manera quedamos para el día siguiente.” El trompetista checo es Marek, su actual pareja. Tras ese primer encuentro comenzaron una relación en la distancia que se sostuvo con muchas llamadas de teléfono, internet y varios vuelos entre Madrid y Praga. Además Mónica se fue durante cuatro meses a Guatemala para colaborar con una ONG.

Mónica Irús y Marek
Era un proyecto que tenía previsto mucho antes de conocer a Marek. Y también una prueba de fuego para su historia de amor. Tras esa nueva y larga separación la relación seguía en pie y decidieron dar un paso más ya que Mónica había dejado su trabajo como educadora. “Yo soy educadora social. Tenía trabajo en un centro de menores. Era un trabajo buenísimo, me encantaban los chavales, pero tenía ese sueño de viajar a Guatemala con una ONG, así que los sueños primero, y me fui. Pero le prometí que volvería. Entonces tenía claro que con quien quería estar era con él. Así que a mi vuelta como ya había dejado mi trabajo no tenía nada que perder y decidí venir a vivir a Praga.”

En ese momento empezó la odisea de Mónica con la búsqueda de trabajo. Tenía claro que trabajar como educadora en la República Checa iba a ser difícil porque el idioma es fundamental, y aún no hablaba checo. Así que se puso manos a la obra y comenzó a impartir clases de español, que además compaginó con otros trabajos como guía turística o dependienta en una joyería.

“Cada vez conocía a más gente y de esa manera me propusieron trabajar en una escuela oficial, un instituto, donde estoy de profesora de conversación. Bastante divertido por cierto. Nunca me había imaginado mi futuro, pero vivir en Praga y ser profesora de español imposible. Pero mira las vueltas que da la vida.”

Y entre clases y tantas otras actividades Mónica, que además es amante de la fotografía, intenta sacar tiempo para pasear por Praga y tomar fotos de la ciudad. Confiesa que desea volver a España con el paso del tiempo, echa mucho de menos a su familia y le gustaría que en el futuro cuando tenga hijos éstos crezcan allí. Pero de momento está feliz con su vida en Praga como nos cuenta:

“Es una ciudad de cuento, mire donde mire parece que estoy en una ciudad de fantasía o en otra época. Me encantan los edificios, las callejuelas, las vistas del castillo, y por supuesto me encanta la cerveza.”

Y así, entre música de jazz, clases de español y checo, y paseos por la señorial Praga, continúa la hermosa historia de amor de Mónica y Marek. Una historia de película que siempre recuerdan entre risas como la casualidad más bella de sus vidas.