Raül Refree: “La gente ilustrada no interesa a las grandes esferas, lo que interesa es un control total”
El músico, productor y compositor barcelonés Raül Refree visitó Praga con su álbum El espacio entre. En esta entrevista, el artista comparte el proceso detrás del disco, ofrece algunos puntos de inflexión en su forma de relacionarse con la música y describe algunas de sus colaboraciones, como la del álbum Los ángeles, que grabó con Rosalía.
Raül Refree ha trabajado con algunos de los nombres más relevantes de la industria musical española de los últimos diez o quince años. Sus colaboraciones incluyen a Silvia Pérez Cruz, Josele Santiago, Kiko Veneno, Rosalía o el propio Lee Ranaldo, de Sonic Youth, entre otros muchos, convirtiéndolo en una de las figuras más importantes de la escena contemporánea española.
Esta semana, el artista visitó Praga para presentar su álbum El espacio entre, un disco que el mismo compositor describió como experimental, en el que tienen una presencia fuerte las texturas y los elementos de la música tradicional. En entrevista con Radio Praga Internacional, el compositor aclaró que, además de ciertos intereses formales, las piezas del disco las une una temática o conjunto de sensaciones que tienen que ver, precisamente, con el espacio que puede haber entre el pasado, presente y futuro.
“Hay un tema del abandono del pasado, de un tipo de vida para la búsqueda de una nueva vida que es una fantasía, en realidad, porque no siempre es mejor. Por ejemplo, se piensa y se ha creído históricamente que la vida en la ciudad es mejor que la vida en el campo. Y es cierto, la vida en el campo es dura, pero la vida en la ciudad para la gente nueva y para todo el mundo no siempre es fácil”.
A la hora de estructurar el álbum, el músico partía de piezas que había compuesto originalmente como bandas sonoras de dos películas, en las que también había esa presencia de dejar algo atrás y embarcarse hacia un nuevo futuro. Una de las películas, La aldea maldita, narra el movimiento de la gente de los pueblos hacia las ciudades en la España de los años 30. Aunque las bandas sonoras de las películas fueron quizás los cimientos del disco, el compositor aclaró que pasaron un proceso de revisión y restructuración, hasta que, con otras composiciones nuevas formaron El espacio entre.
“Yo creo que el primer punto de partida era lo puramente musical, que funcionara bien cada pieza entre las demás, pero luego también sí que es verdad que hay un hilo que me interesó mucho, que es esta idea del abandono del pasado, de que cada pequeño paso que damos es un cierto abandono del pasado para buscar algo nuevo. Este espacio que hay entre lo que éramos y lo que somos en el presente puede ser muy distinto… Y luego, por otro lado, también me ha interesado mucho en los últimos años la búsqueda en la tradición, porque creo que, actualmente, a nivel global estamos viviendo un abandono de una serie de valores de comunidad que nos hacen vivir un individualismo radical que nos aleja como personas y nos aleja como sentimiento de comunidad, que es lo que nos hace fuertes”.
Hablando del álbum, que se presentó en el local La Fabrika en Praga, el artista compartió algunas de las fuentes de inspiración y valores que le han ido formando no sólo como músico, sino como persona, en los cuales tiene un papel muy importante el contacto con la naturaleza.
“Yo he ido conectándome con la naturaleza poco a poco. Es cierto que me crié pasando tiempo en una casa en el campo de mis abuelos, con árboles frutales, manzanas y peras especialmente. Y entonces yo me he criado ahí, cogiendo fruta, pero quieras o no, al final la vida en la ciudad, la vida en Barcelona te desconecta mucho de la naturaleza, hasta que te das cuenta de que esa desconexión también afecta de una manera mental, y como decía antes, te desconecta de la comunidad. Creo que la naturaleza es algo que nos conecta con el mundo, con ser nosotros mismos y en mi caso, en los últimos años es muy importante cada día o cada dos días intentar estar en contacto con la montaña y con la naturaleza, ya no sólo para inspirarme, sino para recordarme quién soy”.
Para Raül Refree, igual que lo ha sido y es para muchos otros artistas, la naturaleza y el entorno que nos rodea pueden contener a menudo esencias que pueden servir de guías a la hora de componer música. En el caso del álbum El espacio entre, el músico describió un lugar concreto que influyó en una de las piezas del disco, una montaña de la que los barceloneses suelen hablar con cierta reverencia, ya que se podría percibir allí, quizás, un aire místico.
“Hay una montaña que tiene una fuerza telúrica, una fuerza energética cerca de Barcelona, se llama Montserrat, que se habla de que es una zona con energía, parecido a Machu Picchu. Muchas veces se ha hablado también de avistamiento de ovnis y de cosas así. Y hubo una pieza del disco que compuse al órgano en la montaña de Montserrat, es la última del álbum, se llama ‘Una nueva religión’. La pieza fue producto de estar ahí y ver la montaña”.
Las sensaciones telúricas, la naturaleza, la idea de comunidad, son valores que rigen al músico en su obra y en su día a día, por lo que no es extraño que esos mismos valores estén en el centro de sus colaboraciones con otros artistas. De esta manera, Raül Refree describió cómo el disco Los ángeles, que compuso junto a Rosalía, es también un reflejo de su amistad y de un tiempo conjunto de compartir momentos, música, vida.
“Con Rosalía hemos tenido y tenemos muy buena relación. La verdad es que nuestra colaboración en el disco que hicimos juntos, Los ángeles, fue producto de una amistad al final, porque nos presentó un periodista en Barcelona, un periodista que yo creo que tiene una visión artística muy fuerte y él creyó que nos debía presentar para que hiciéramos algo juntos. Y así pasamos un tiempo siendo amigos, hablando de música, escuchando música juntos, hasta que un día nos decidimos a hacer este disco, que creo que es una reinterpretación muy personal del flamenco antiguo. Lo hicimos con muchísima calma y fue un disco que tardamos mucho en hacerlo, un año y medio, porque era complejo y teníamos que encontrar el lenguaje que queríamos utilizar. Creo que los dos estamos muy orgullosos de ese disco, que es muy distinto a todo lo demás que hemos hecho. Luego Rosalía tiene una carrera fabulosa, me gusta mucho lo que hace y yo estoy encantado, cuando ella me necesite, de colaborar. De hecho, hicimos hace poco un tema con Niño de Elche juntos los tres”.
Hablando de su trayectoria y de proyectos futuros, el compositor aclaró que se mantiene abierto a las sensaciones que puedan surgir y llevarle por nuevos caminos. En relación a ello, mencionó una frase del famoso poeta y dramaturgo Federico García Lorca.
“Hay una frase de Lorca que me gusta mucho, que cuando estaba trabajando con su compañía en una obra les decía: ‘No vamos a llegar, pero vamos a ir’. Llegar no se llega a ningún sitio, yo creo que al final es un aprendizaje constante y yo me muevo mucho por sensaciones del momento muy epidérmicas y decido hacer cosas o no hacerlas por lo que siento en cada momento. Soy incapaz de decir qué voy a hacer en el futuro. Sí que sé, por ejemplo, que ahora tengo un par de películas de las que me apetece mucho hacer la banda sonora y que creo que van a ser muy bonitas. Con Niño de Elche estamos a punto de sacar en septiembre un proyecto juntos, un dúo que creo que va a ser muy bonito, muy basado en la espiritualidad, que es un tema que me gusta mucho. El abandono del cuerpo para formar parte de una energía mayor… esto no tiene que ver con una religión, simplemente estoy hablando de unas sensaciones. Y luego vamos a hacer una trilogía de discos con Niño de Elche y tengo muchos otros proyectos en mente. No sé cuál es el definitivo, ni cuál es el final, ni cuándo me voy a cansar. Lo único que sé es que yo sigo ilusionado con las cosas y sí que es cierto que voy tomando decisiones. Por ejemplo, ahora he tomado la decisión de dejar de hacer de productor durante una temporada, porque estaba cansado. Quiero dedicarme a bandas sonoras y a proyectos propios y luego a lo mejor dentro de tres o cuatro años vuelvo a producir, no lo sé”.
Aunque la futura trayectoria de Raül Refree quede abierta a la incertidumbre y a nuevos sonidos, texturas y experiencias, es probable que lo acompañe siempre esa sensibilidad y curiosidad de dar forma al mundo que lo rodea, que es quizás también visible en la reflexión del compositor sobre la música y el arte como una herramienta hacia la libertad.
“Creo que la música, igual que el arte y la literatura, es algo que nos hace libres. Como personas, al final, la música nos crea una abstracción mental que nos ayuda a pensar por nosotros mismos y eso es algo que no interesa actualmente. Interesa mucho más el aislamiento y el estar completamente absorbidos por un control invisible que se ejerce sobre nosotros y cada vez está evitando más que la gente tenga acceso al pensamiento crítico. No sé hasta qué punto es consciente, pero pienso que el pensamiento crítico y la gente rica, ilustrada, en el sentido intelectual, creo que no interesa a las grandes esferas porque lo que interesa es un control total de la sociedad y eso es una pena, pero es así”.