Una fuerte crisis política afecta al Gobierno de coalición checo

Jan Hamáček y Andrej Babiš, foto: ČTK/Kamaryt Michal

El gobierno de coalición, encabezado por el primer ministro Andrej Babiš, cumple su primer año de funciones a la sombra de una crisis que atenta contra el futuro del Gabinete.

Jan Hamáček y Andrej Babiš,  foto: ČTK/Kamaryt Michal
El detonador de la nueva crisis que ha puesto a tambalear al Gobierno checo de coalición es la deseada, pero no ejecutada, destitución del ministro de Cultura, Antonín Staněk.

Tras una tensa situación que enfrentó al sector cultural del país y al ministro Staněk, el líder socialdemócrata Jan Hamáček, aliado de coalición del primer ministro Andrej Babiš, decidió destituir a su ministro de Cultura.

Lo que en principio no debió representar dificultad alguna ha topado con un obstáculo inesperado. El presidente Miloš Zerman colocó su mano protectora sobre Staněk y ha rehusado realizar el cambio solicitado, argumentando que no ve razón alguna para despojar al ministro de dicha cartera.

Ante la negativa, los socialdemócratas amenazaron con abandonar la coalición gubernamental. Amparado en la Constitución de la República, el primer ministro Babiš, presentó al presidente una solicitud oficial de destitución del ministro en cuestión, pero el mandatario sigue sin aceptarla.

Debido a la situación vigente, un grupo de senadores ha decidido iniciar un recurso de inconstitucionalidad contra el presidente Zeman.

Andrej Babiš,  Miloš Zeman y Jan Hamáček,  foto: Jiří Ovčáček / Twitter
El experto en Derecho Constitucional de la Universidad Carolina Jan Kudrna dijo a la Televisión Checa que, desde su punto de vista, el mandatario no actúa según lo esperado.

“En este caso, el presidente no está cumpliendo lo que de él se espera, desde el punto de vista de la Constitución”.

El presidente Zeman asegura que la Carta Magna no especifica un periodo o lapso de tiempo para ejecutar la aprobación del cambio solicitado.

Jan Kudrna sostiene que al no especificarse ningún lapso, el presidente debe reaccionar de manera inmediata. Una situación extraordinaria es aceptada siempre y cuando el mandatario se encuentre fuera del país o su estado de salud no le permita cumplir lo solicitado.

La inestabilidad del Gobierno ha provocado a las fuerzas de la oposición, que lanzan fuertes críticas contra el Ejecutivo. El líder del democristiano Partido Popular, Marek Vyborný, dijo a la Radiodifusión Checa que es urgente resolver una serie de asuntos para la población y no seguir estancados en los problemas de Babiš.

“De manera constante tenemos que prestar atención y dedicar tiempo a los problemas de Andrej Babiš. Ya sea la auditoría de Bruselas, el supuesto choque de intereses, las dificultades de la coalición gubernamental que no logra ponerse de acuerdo y ahora el asunto del ministro de Cultura Staněk”.

La ministra de Finanzas, Alena Schillerová, salió en defensa del primer ministro y líder del movimiento ANO, Andrej Babiš, reafirmando que su jefe no desea un enfrentamiento abierto contra el presidente y que tratará de mantener funcionando el Gobierno.

Andrej Babiš y Alena Schillerová,  foto: ČTK/Šulová Kateřina
Schillerová aseguró que el primer ministro había dicho a sus diputados que la única manera de mantener el Gobierno es la vía diplomática.

La crisis ofrece varias alternativas de solución que van desde la caída del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, hasta la reorganización del Gabinete, en el que no figuraría la Socialdemocracia.

El líder del Partido Cívico Democrático, el mayor de la oposición, Petr Fiala, adelantó que en tal caso Babiš debería obtener el voto de confianza de la Cámara Baja.

“En caso de que Babiš forme un gobierno nuevo, es lógico, necesario e indispensable que obtenga el voto de confianza”.

Por su parte, los comunistas, que respaldan a Babiš, declararon que no consideraban indispensable que un eventual nuevo Gabinete necesite la confianza de los legisladores.

El presidente Miloš Zeman mantendrá negociaciones con el primer ministro Andrej Babiš este jueves, y con el líder Socialdemócrata Jan Hamáček y el ministro Staněk el viernes. Los socialdemócratas planean una reunión partidista el lunes, en la que oficialmente darán a conocer su permanencia o salida del Gobierno de coalición, según adelantaron a la prensa