La incertidumbre en torno al nuevo ministro de Cultura continúa

Michal Šmarda, foto : ČTK / Michal Kamaryt

El candidato socialdemócrata a ministro de Cultura, Michal Šmarda, ha renunciado este lunes a su nominación a ese cargo. La crisis del Gobierno checo se prolonga así por tiempo indefinido, aunque ese paso podría acelerar su solución.

Michal Šmarda,  foto : ČTK / Michal Kamaryt

El vicepresidente de la Socialdemocracia checa, Michal Šmarda, sostuvo que no desea entrar en el Gobierno de Andrej Babiš y anunció que desistía de su nominación a jefe de la cartera de Cultura. Después de tres meses de tire y afloje en cuanto a quién debería liderar el ministerio de Cultura, todo parece indicar que la decisión de Šmarda podría abrir el camino a la nominación de otro candidato, que fuera aceptado por todas las partes involucradas.

En una entrevista telefónica, Šmarda comentó su decisión para la Radio Checa de la siguiente manera.

Miloš Zeman y Andrej Babiš,  foto: Twitter de JIří Ovčáček
“Después de tres meses de vacilaciones el primer ministro se decidió a decir finalmente que no me consideraba lo suficientemente apto en lo profesional para ese cargo. Desde el propio comienzo dije que no quería ser la causa de disputas y conflictos en el escenario político. Considero lamentable no obstante, que en el marco de sus competencias el primer ministro no analizó todo este asunto a tiempo ya en junio, porque así nos ahorraríamos esos tres meses de disputas”.

La candidatura de Šmarda la rechazaba desde el comienzo el presidente de la República, Miloš Zeman, quien insistió en que este no tenía experiencia alguna en el tema de la cultura checa, de acuerdo con el portavoz presidencial, Jiří Ovčáček.

”El presidente le pidió al líder socialdemócrata, Jan Hamáček, que nominara a otra persona al cargo ministerial. Su condición es que ese candidato tenga al menos conocimientos elementales sobre el sector de la cultura”.

El primer ministro, Andrej Babiš, respaldó primero la nominación de Šmarda, pero la semana pasada dijo que había perdido la confianza en él.

Por su parte, la Socialdemocracia insistió hasta este lunes en que Michal Šmarda sea ministro de Cultura, pero después de la renuncia de este a su nominación, el líder socialdemócrata, Jan Hamáček, respaldó su decisión.

Šmarda acotó que el Partido Socialdemócrata, que integra el Gobierno junto con el movimiento ANO de Andrej Babiš, cuenta con personas altamente cualificadas para poder nominar a otro candidato al cargo ministerial. Apuntó que no obstante, en base a su experiencia personal, recomendaría a la Socialdemocracia que abandonara el Gabinete de Andrej Babiš.

Antonín Staněk,  foto: Michaela Danelová,  ČRo
”Andrej Babiš tiene razón en una cosa y es que en su Gobierno no hay lugar para mí. Debo decir que yo tampoco quiero trabajar con él. Más teniendo en cuenta sus últimas declaraciones públicas después de que me atreví a reaccionar a sus groseras palabras en torno a la Socialdemocracia. Simplemente Babiš no admite ninguna crítica. En esta situación es imposible para mí entrar en su Gabinete”.

La crisis del Gobierno en torno al Ministerio de Cultura se prolonga desde hace más de tres meses. El 31 de julio el presidente de la República, Miloš Zeman, retiró del cargo ministerial a Antonín Staněk, después de haber aplazado dos meses la adopción de este paso.

Actualmente tienen lugar deliberaciones intensivas de varios líderes de los partidos parlamentarios checos con el presidente de la República para hallar una salida a la crisis. El jefe del Gobierno, Andrej Babiš, anunció que su propuesta de una solución a la complicada situación la presentaría antes del 26 de agosto.