Un posible aporte checo en la lucha contra la desnutrición

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En los laboratorios del Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias Checa se está desarrollando una investigación que tiene el potencial de revolucionar la alimentación.

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La investigación que lleva a cabo el científico checo Martin Schwarzer podría ayudar en el futuro a los niños que sufren de desnutrición.

El microbiólogo centró su trabajo en el posible uso de la bacteria lactobacilus plantarum que ayuda al organismo hospedador con su crecimiento incluso si este carece de proteína.

La investigación se encuentra en la fase de pruebas en el laboratorio, donde los científicos observan los efectos de la bacteria que sirven a las ratas cuya alimentación es desprovista de este elemento imprescindible.

Martin Schwarzer habló sobre la diferencia que han registrado en los animales.

Martin Schwarzer,  foto: archivo de  'The Neuron Fund'
“Si les damos la bacteria, ganan un 4% de longitud y un 10% de peso corporal. A primera vista puede parecer una diferencia poco significativa, pero si se tratara de un hombre de 150 centímetros de altura, el 4% representaría seis centímetros”.

Sin embargo, el proceso de investigación demorará aún mucho tiempo. Todo depende de la forma del resultado final, continúa Schwarzer.

“Hay una clara diferencia entre un mero suplemento alimenticio o un medicamente certificado. En el segundo caso, por lo menos que yo sepa, se tarda mucho tiempo. Diría unos 15 años. Si fuera un suplemento alimenticio y todas las pruebas corrieran bien, podrían ser unos 8 años”.

Para ilustrar la importancia de su investigación, Schwarzer también explicó las consecuencias de la desnutrición de los niños.

“Si una persona sufre de desnutrición durante la infancia, puede llegar a no ser tan inteligente como si hubiera tenido suficiente alimentación”.

El microbiólogo checo quiere continuar con su investigación y focalizarse aún más en los efectos que puede tener la bacteria. Para estos fines recibió una subvención de unos 40 000 euros.

Otros proyectos de este tipo, o sea, centrados en el uso de bacterias para combatir la desnutrición existen también en Francia, Canadá y Estados Unidos. La escasez de alimentos afecta en todo el mundo a unos 170 millones de niños.