Un paseo por los antiguos mercados de Praga

Plaza de la Ciudad Vieja

En esta edición de "Legados del pasado - testimonios del presente", recorreremos los lugares de Praga donde en otros tiempos se celebraban los mercados de todos los géneros.

Todas las plazas del centro histórico de Praga tienen una cosa en común. En tiempos remotos desempeñaban la función de los actuales grandes almacenes, al celebrarse allí los mercados. Les invitamos, estimados oyentes, a un paseo por las antiguas plazas de la capital.

Los orígenes de Praga se remontan al siglo IX. Ya en aquel entonces se celebraban mercados de esta ciudad. Dos de ellos, ya desaparecidos, se encontraban cerca de dos castillos de la capital, el Castillo de Praga y el castillo de Vysehrad. Allí hubo la mayor densidad de habitantes y por consiguiente los comerciantes podían conseguir más dinero por sus mercancías.

No obstante, nuestro paseo se inicia a media distancia entre los dos castillos, a la orilla derecha del río Moldava. Fue allí donde tenía lugar otro mercado que al principio se celebraba fuera los confines de la Praga naciente.

Los ciudadanos solían llamar ese espacio "Plaza grande" en oposición a un mercado menor cerca de la iglesia de San Galo. También era denominado "Mercado Viejo" y desde el siglo XIV se registró en los archivos el nombre que tiene hasta la actualidad: Plaza de la Ciudad Vieja.

Plaza de la Ciudad Vieja
El mercado más viejo de la ciudad se dividía en varias partes según las mercancías que se vendían allí. Cerca del ayuntamiento construido tan solo en el siglo XIV se negociaban los géneros de segunda mano en un mercado llamado Tandlérský.

Pegadas al edificio del ayuntamiento estaban las tiendas de los panaderos y de los peleteros. En la boca de la actual avenida Dlouhá se vendía pescado. La tradición de los mercados se conservó hasta la actualidad y la Plaza de la Cuidad Vieja se convierte en un gran mercado especialmente en la Pascua Florida y en la Navidad.

Contiguos a la Plaza de la Ciudad Vieja estaban todavía otros dos mercados. El primero, al lado oeste del ayuntamiento fue parte integrante de la Plaza de la Ciudad Vieja todavía en la Edad Media. Se llamaba "Plaza pequeña" o "Plazuela" para distinguirse de la plaza vecina. El artículo típico de ese espacio eran las frutas.

Otro mercado, que se encontraba cerca de la Plaza de la Ciudad Vieja, es el Ungelt, o Týn en checo, entre el Templo de Týn y la iglesia de Santiago. La palabra "Týn" significa en el checo antiguo un recinto amurallado. Ungelt o Týn era un mercado de comerciantes extranjeros.

A cambio, la palabra "Ungelt" viene del alemán y quiere decir cargo arancelario. Los mercaderes extranjeros lo pagaban por su protección y por la posibilidad de exponer sus mercancías en la capital checa. El mercado de Týn fue muy concurrido por los checos, ya que se podían adquirir allí los productos de países exóticos como por ejemplo las especias.

Como pueden darse cuenta, estimados oyentes, la mayoría de los antiguos mercados de Praga se encontraba en el barrio histórico de la Ciudad Vieja. Ahora nos desplazamos más cerca de la frontera de este barrio con la Ciudad Nueva, fundada por Carlos IV.

Junto a la línea divisoria que otrora formaron las murallas, se hallaba, todavía dentro de la Ciudad Vieja, un barrio, llamado Havelské. Su nombre se derivó de su centro, la iglesia de San Galo, en checo "Svatý Havel". Alrededor de la iglesia surgió en el siglo XIII otro mercado, llamado Nuevo, a diferencia del Mercado Viejo en la Plaza de la Ciudad Vieja.

Este mercado, destinado para vender carne, fue dividido por las tiendas de los mercaderes, llamados "kotce", especializadas en la venta de paños, telas y pieles. Asimismo se vendían allí las ruedas para los medios de transporte de entonces y artículos de segunda mano.

El espacio del Mercado Nuevo fue cortado a la mitad por la fila de tiendas en la parte occidental y la parte oriental. El primer recinto fue el único lugar de la Praga antigua donde se podía conseguir el carbón. El nombre de Mercado de Carbón lleva la plazuela hasta el presente, aunque su mercancía emblemática dejó de ser vendida allí a principios del siglo XIX y la sustituyeron verduras y flores.

La parte oriental del Mercado Nuevo en el barrio Havelské fue denominada "Mercado de Frutas", pero se vendían allí asimismo arenques y cirios. También este sitio guardó su nombre hasta la actualidad. Hoy en día ya no se celebran allí los mercados y parádojicamente un mercado de frutas se encuentra cerca del antiguo Mercado de Carbón.

En las calles vecinas al Mercado de Carbón y al de Frutas, cerca de la actual calle Rytírská, se hallaban pequeños mercados especializados en un sólo género. En un paseo los praguenses y forasteros podían hacer sus compras en el Mercado de los Gansos, el Mercado del Pan o el Mercado de los Huevos.

Y ahora vamos a visitar la Ciudad Nueva que rodeó con sus murallas el barrio vecino, la Ciudad Vieja. Carlos IV que participó en el proyecto urbanístico del nuevo barrio mandó a incorporar en la red de calles tres plazas principales que servían también como mercados.

El más grande mercado fue la actual Plaza de Carlos, entonces la mayor plaza de toda Europa. Sin embargo, en la Edad Media, la plaza se denominaba Mercado de Ganado. También se vendían allí pescados en salazón y dos tipos de cereales que luego dieron nombre a las calles vecinas a la plaza.

En la calle Zitná se podía comprar el centeno y en la paralela calle Jecná, la cebada. La puerta en las murallas, donde empezaba la calle Jecná fue llamada Porcina, por pasar por ella las manadas de cerdos rumbo al Mercado de Ganado, la actual Plaza de Carlos.

La segunda plaza principal de la Ciudad Nueva era y es la Plaza de Venceslao. También su nombre difería del actual, se llamaba Mercado de Caballos, ya que era el único lugar de la capital donde se negociaba la venta de los corceles. Otros productos que se vendían allí eran armas y paños. Hasta el presente recuerda el antiguo nombre de la plaza el caballo más famoso de la capital, el de la estatua ecuestre de San Venceslao situada en la parte superior de la plaza.

En la última y más pequeña plaza de la Ciudad Nueva se celebraban mercados donde se vendía forraje y piensos para animales domésticos. Por ello el espacio mucho tiempo llevaba el nombre de Mercado del Heno y conservaba hasta el siglo XIX un aspecto rural.

El heno permaneció en la denominación del lugar hasta el presente, ya que la plaza actual se llama Senovázné, es decir "Plaza donde se pesa el heno". Y es allí, estimados radioescuchas, donde finaliza nuestro recorrido por los antiguos mercados de Praga.