Un paseo por la Gran Moravia, de la mano del guerrero Mojslav

Foto: Martina Schneibergová

En este programa con motivo del Día de San Cirilo y San Metodio les invitamos a visitar dos lugares que están estrechamente vinculados con los tiempos de la Gran Moravia, el primer Estado de los eslavos occidentales en Europa Central. Primero nos dirigiremos a Staré Město, situada cerca de Uherské Hradiště y posteriormente nos trasladaremos a la ciudad de Mikulčice.

El Monumento de la Gran Moravia
Al llegar a Staré Město, nos encaminamos al Monumento de la Gran Moravia, donde está instalada una exposición multimedia, que reúne los más diversos objetos históricos relacionados con el antiguo Estado eslavo, descubiertos por los arqueólogos.

El propio Monumento fue levantado sobre los fundamentos de la primera obra de construcción de piedra que data de aquellos tiempos y que fue descubierta en territorio de Chequia, según sostiene Miroslav Vaškových, uno de los autores de la exposición.

”Este lugar fue una de las localidades más importantes en los tiempos del Imperio de la Gran Moravia. De ello testimonia el edificio cuyas bases se han conservado en el lugar hasta la actualidad. Se trata de los fundamentos de una iglesia, descubiertos en 1949. Es uno de los hallazgos de mayor valor en Europa Central que ofrece testimonios de aquellos lejanos tiempos. En sus inmediaciones hay un antiguo e inmenso cementerio que permite reunir interesantes datos sobre los habitantes de la Gran Moravia. Los arqueólogos han analizado hasta el presente más de 2.100 tumbas y los trabajos continúan”.

Los fundamentos de una iglesia en Staré Město,  foto: Martina Schneibergová
La iglesia fue construida de una manera muy simple, con unos 12 metros de longitud y unos seis de ancho. Tenía una nave rectangular con un presbiterio en forma de semicírculo. El templo estaba rodeado de tumbas, situadas muy cerca una de la otra.

Los especialistas suponen que la iglesia surgió en el primer tercio del siglo IX y que en las tumbas locales fueron sepultados representantes de las capas más altas de la sociedad de entonces. De ello testimonian fragmentos de armas, joyas, botones y otros objetos descubiertos por los arqueólogos.

Fragmentos de armas,  foto: Martina Schneibergová
Precisamente gracias a esos artículos los arqueólogos pueden hacerse una idea sobre la situación económica de las personas que fueron sepultadas en el lugar.

Para que el visitante también pueda conocer mejor a los habitantes del Imperio de la Gran Moravia, los autores de la muestra inventaron la figura de un tal Mojslav, a través de cuyas vivencias, presentadas con ayuda de un guía electrónico, se explica a los ciudadanos la historia de la Gran Moravia, según indica Miroslav Vaškových.

La figura de Mojslav,  foto: Martina Schneibergová
”A ese personaje lo hemos inventado cuando debatíamos sobre cómo hacer la muestra atractiva para los ciudadanos de distintas edades y nivel cultural. Llamó nuestra atención una de las tumbas más grandes y más cercanas a la iglesia. En la tumba fueron hallados restos mortales de un hombre, con un cuchillo decorado de oro y piedras preciosas. Debió ser un guerrero valiente y nosotros decidimos llamarle Mojslav. Así surgió la idea de invitar a los visitantes a seguir la vida de Mojslav desde el año 836 cuando tenía unos 10 años de edad, en estrecha relación con la historia del Imperio de la Gran Moravia, tal como nos la presentan los historiadores”.

El Imperio de la Gran Moravia
El Imperio de la Gran Moravia surgió en el siglo IX, alrededor del año 833, en la parte oriental actual de Chequia y en la zona sudoccidental de Eslovaquia. Era gobernado por el príncipe Mojmír y posteriormente por Rastislav y Svatopluk y fue una de las mayores formaciones estatales del siglo IX y comienzos del X en los más diversos aspectos, desde el político, hasta el socio-cultural.

Rastislav solicitó en el año 863 al emperador del Imperio Romano Oriental, Miguel III, que enviara a la Gran Moravia a eruditos para difundir el cristianismo en estos territorios. Así llegaron a Moravia los hermanos Cirilo y Metodio, procedentes de Constantinopla.

También de estos datos históricos se enteran los visitantes de la exposición de Staré Město, por medio de las vivencias del inventado personaje Mojslav, a quien los autores de la muestra le atribuyeron ser uno de los combatientes más valientes del cortejo del príncipe Rastislav. Mojslav recibió imaginariamente a los hermanos misioneros.

Cirilo y Metodio asumieron la tarea de la evangelización de los habitantes de la Gran Moravia de manera muy responsable. El cristianismo se conocía en estos territorios ya antes de su llegada, pero las misas eran celebradas en latín, idioma que casi nadie entendía aquí, dice Miroslav Vaškových.

Miroslav Vaškových
”El cristianismo era conocido aquí unos 60 años antes de la llegada de Cirilo y Metodio. El aporte indiscutible de esos hermanos es que antes de venir a la Gran Moravia, crearon un alfabeto para los eslavos que llamaron escritura glagolítica y predicaban textos litúrgicos en un dialecto eslavo que se asemejaba a la lengua de los habitantes del Imperio de la Gran Moravia. Así permitieron que el cristianismo se divulgara entre las diversas capas de la población, además que ellos mismos participaron activamente en la evangelización de los habitantes locales. Sus misas y textos eslavos los entendían todos, a diferencia de las que eran oficiadas en latín”.

En otra parte de la exposición acompañamos a Mojslav en un recorrido por los barrios más pobres y así conocemos la vida cotidiana de los habitantes locales, según explica Miroslav Vaškových.

Foto: Martina Schneibergová
“En este segundo encuentro con Mojslav en la exposición no se habla de acontecimientos históricos, sino que se presenta la vida de los habitantes común y corrientes de la Gran Moravia. Eso es importante, porque la historia no sólo habla de príncipes, duques y los miembros de su séquito, sino que acerca también la vida de los demás ciudadanos. El visitante de la exposición se entera de las habilidades de esas personas, aprovechadas en diversos oficios. Las mujeres, por ejemplo, se dedicaban a hilar y a coser ropa, mientras que los hombres fabricaban loza de cerámica y de madera, así como diversos instrumentos laborales de huesos animales para labrar la madera”.

La muestra en el Monumento de la Gran Moravia, en Staré Město, documenta asimismo el comercio y los contactos desarrollados por el Imperio de la Gran Moravia con otros Estados de aquél entonces.

Foto: Martina Schneibergová
En cuanto al negocio, existen pruebas elocuentes que documentan el florecimiento del comercio de productos de orfebrería, de condimentos de cocina, de caballos de guerra, así como de esclavos en la Gran Moravia. También de ello se habla en la exposición.

Asimismo la ropa que visten los maniquíes instalados en la muestra se asemeja a la que llevaban los eslavos en tiempos remotos. Tras presentar la vida cotidiana de los antepasados, los autores de la exposición en Staré Město vuelven a acercar los sucesos que se inscribieron en la historia nacional.

Las figuras de Cirilo y Metodio,  foto: Martina Schneibergová
En 870 asumió el poder en el Imperio de la Gran Moravia el príncipe Svatopluk. Desde el comienzo se vio obligado a defender sus tierras ante los ataques de los francos. Tuvo que hacer frente asimismo a los intentos de los enemigos por enviar a Moravia a sacerdotes alemanes que dificultaran el trabajo evangelizador de Cirilo y Metodio.

En esos difíciles tiempos se enfermó Cirilo y se refugió en un monasterio de Roma. Sin embargo, la enfermedad era grave y Cirilo falleció el 14 de febrero de 869. Sus restos mortales fueron sepultados en la iglesia de San Clemente, donde siglos más tarde, en el siglo XIX, serían depositados también los restos de San Metodio. En aquellos tiempos ambos hermanos ya habían sido canonizados.

El primer príncipe de Bohemia,  Bořivoj
Para eludir los conflictos, pasado algún tiempo Svatopluk reconoció al Reino Franco Oriental y aceptó su protección a cambio del pago de unos tributos.

En junio de 880 el Papa Juan VIII emitió una bula que garantizaba la independencia religiosa de la Gran Moravia y reconoció el idioma eslavo antiguo como cuarta lengua utilizada en la liturgia, además del latín, el griego y el hebreo.

La jurisdicción de Svatopluk alcanzaba entonces hasta Bohemia. Gracias a ello, el primer príncipe de Bohemia, Bořivoj, cuya existencia fue confirmada históricamente, y su esposa Ludmila, que hasta entonces eran paganos, fueron bautizados por Metodio, quien desde 869 fue arzobispo de Panonia y Moravia.

Bořivoj fue así el primer habitante de Bohemia que aceptó el cristianismo,  foto: Martina Schneibergová
Bořivoj y Ludmila fueron así los primeros habitantes de Bohemia que aceptaron el cristianismo. Poco después, el arzobispo Metodio envió a Bohemia también al sacerdote Pablo, quien junto con la princesa Ludmila asumieron la tarea de la cristianización de los habitantes de estas tierras.

Mientras tanto, Metodio escogió como su sede en la Gran Moravia la localidad de Velehrad, situada en las proximidades del río Morava. Con el paso del tiempo, Velehrad se ha convertido en uno de los centros de peregrinación más importantes del país y lo sigue siendo hasta la actualidad.

El príncipe Svatopluk
Tras la muerte de Metodio, el 6 de abril de 885, el príncipe Svatopluk cedió a las presiones de los obispos del Reino Franco Oriental y mandó a expulsar a los seguidores de Metodio del Imperio de la Gran Moravia. A raíz de esos acontecimientos la liturgia eslava desapareció del actual territorio checo, siendo reemplazada por el rito latino.

La mayoría de los discípulos de Metodio se trasladaron entonces a los Balcanes, especialmente a Bulgaria, donde continuaron en sus actividades. Esta política de reconciliación con el poderoso reino franco le permitió al príncipe moravo Svatopluk consolidar su poderío y expandir a nuevos territorios al sureste de la Gran Moravia.

Foto: Martina Schneibergová
Después de la muerte de Svatopluk, en 894, el Imperio de la Gran Moravia fue perdiendo territorios y paulatinamente también su influencia en Europa. Desde el año 907, en los documentos históricos no hay mención alguna sobre el Imperio de la Gran Moravia.

Sin embargo, numerosos hallazgos arqueológicos documentan que aunque la Gran Moravia perdió su influencia política, sus estructuras económica y social continuaron existiendo durante el siglo X y su desaparición no fue forzada, sino paulatina.

Foto: Martina Schneibergová
En el siglo X es cuando nos abandona también el personaje Mojslav, inventado por los autores de la muestra. Su vida ficticia la hemos seguido durante todo el recorrido por la exposición multimedia, instalada en el Monumento de la Gran Moravia, en Staré Město, cerca de la ciudad de Uherské Hradiště.

En este lugar de la muestra, el visitante se entera de la muerte de Mojslav y es testigo de cómo pudo haber sido en la Gran Moravia el funeral de uno de los representantes de las capas más altas de la sociedad, indica Miroslav Vaškových.

”El féretro ayuda a los arqueólogos a calcular a qué capa de la sociedad había pertenecido la persona, cuyos restos mortales fueron colocados en él. Claro está que se han conservado sólo partes de los ataúdes, de su decoración, o por ejemplo, algunas joyas dentro del sepulcro. Nuestro personaje Mojslav fue colocado en un ataúd decorado con herraje y fue vestido en traje de textiles de calidad, lo que quiere decir que fue una persona muy cercana a la capa gobernante”.

Foto: Martina Schneibergová
Ya en los tiempos de la Gran Moravia era típico que los hombres de familias ricas eran sepultados en féretros de madera decorados con oro o plata y a las mujeres se les adornaba con joyas.

Junto a la tumba del guerrero Mojslav termina nuestro recorrido por el Monumento a la Gran Moravia en Staré Město.

Mikulčice fue supuestamente la capital del Imperio de la Gran Moravia

El museo en Mikulčice,  foto: Martina Schneibergová
Pero, no nos despedimos todavía y, según hemos prometido, en este programa especial de Radio Praga visitaremos todavía el pueblo de Mikulčice, en Moravia del Sur, que probablemente fue la capital del antiguo Imperio de la Gran Moravia, aunque esa suposición nunca fue comprobada.

A diferencia de Staré Město, donde el Monumento de la Gran Moravia está situado en el centro de la población, los yacimientos arqueológicos en Mikulčice se encuentran a unos kilómetros de distancia de la aldea, cerca del río Morava.

Los fundamentos de una iglesia en Mikulčice,  foto: Martina Schneibergová
La exposición con muestras de los hallazgos fue abierta en el lugar en 1960. Hace unos tres años fue remodelada, ampliada y modernizada. Al entrar el visitante en uno de los pabellones, tiene la impresión de que se ha trasladado en el tiempo a la época de la Gran Moravia.

En los primeros instantes no se ve nada, por estar todo sumergido en la oscuridad, pero poco a poco aparecen los fundamentos de una de las doce iglesias que antaño había en Mikulčice. Sus restos fueron descubiertos por los arqueólogos en 1954 y 1955.

František Synek
La más grande de las iglesias fue la basílica local, llamada por los arqueólogos también ‘la tercera iglesia de Mikulčice’, según sostiene František Synek, director del Monumento de la Gran Moravia, en Mikulčice.

”La basílica de Mikulčice es la mayor iglesia de la época de la Gran Moravia, cuyos restos han sido descubiertos. Tenía unas dimensiones de 35 metros de largo y nueve de ancho. Los especialistas calculan que sus murallas podían haber tenido hasta 15 metros de altura. La basílica estaba decorada por dentro con pinturas y otros elementos. Se supone asimismo que en el centro del templo había una tumba de mayor tamaño. Algunos historiadores suponen, basándose en las leyendas, que en esa tumba podía haber sido sepultado originalmente San Metodio, pero es sólo una hipótesis”.

Foto: Martina Schneibergová
En la tumba también pudieron haber sido ubicados los restos mortales de los príncipes de la Gran Moravia o de sus familiares más cercanos.

Al igual que en Staré Město, también junto a los fundamentos de las iglesias de Mikulčice fueron descubiertos centenares de tumbas con restos mortales que datan de los tiempos de la Gran Moravia.

Los arqueólogos suponen que en la localidad central de Mikulčice, en una superficie de hasta 200 hectáreas, vivieron unas 2.000 personas entre el siglo VIII y principios del siglo X. Según fuentes históricas, Praga era entonces una pequeña población de comerciantes, situada a un solo lado del río Moldava.

Foto: Martina Schneibergová
Gracias a una proyección audiovisual, el visitante de la exposición puede hacerse una idea de cómo era la vida de los habitantes locales en aquellos tiempos. Se familiariza asimismo con las diferentes iglesias de Mikulčice o mejor dicho con sus bases, así como con otros hallazgos descubiertos por los arqueólogos, indica František Synek.

”De especial valor son los restos de joyas de los tiempos de la Gran Moravia, así como diversos objetos de madera. Tenemos aquí por ejemplo dos lanchas de madera de ocho y nueve metros de largo, que fueron talladas de un solo tronco de roble cada una. Hay aquí asimismo fragmentos de paredes de madera y mimbre, de hachas, así como de arcos. Es increíble que estos artículos que tienen más de 1.200 años de antigüedad, se hayan conservado en relativamente buen estado. Ello se debe a la composición química de las aguas residuales y del fango locales”.

Foto: Martina Schneibergová
Gracias a su ubicación geográfica, la Gran Moravia era en sus tiempos un importante centro del comercio internacional, recordó Synek.

”A través del Imperio de la Gran Moravia pasaba la llamada ruta del ámbar que comunicaba el Mediterráneo con el Báltico. Además, atravesaba la ruta transcontinental de la seda que iba desde el territorio actual de España hasta China. En la Gran Moravia se realizaban mercados tres días al mes, en los que se ofrecían joyas, especias, productos de vidrio como copas por ejemplo, etc. Los comerciantes extranjeros traían a Moravia productos de miel, así como caballos de guerra, y esclavos. El negocio se hacía por intercambio mayormente, pero también se pagaba con monedas”.

San Cirilo y San Metodio en Mikulčice | Foto: Martina Schneibergová,  Radio Prague International
Lo dicho anteriormente documenta que los habitantes del Imperio de la Gran Moravia y, en especial, de sus dos grandes centros políticos y socio-culturales como fueron Staré Město y Mikulčice, llevaban una vida bastante agitada.

Además, gracias a la misión de San Cirilo y San Metodio, dejaron de ser considerados bárbaros y ellos mismos tomaron consciencia de que ante Dios todas las naciones tienen los mismos derechos.

A diferencia de aquellos lejanos tiempos, la vida en Mikulčice es muy tranquila actualmente. Los yacimientos arqueológicos están rodeados de campos y bosques y protegidos por el río Morava.

En el año 2013 se cumplirá el 1150 aniversario de la llegada de los hermanos misioneros Cirilo y Metodio a la Gran Moravia. Uno de los grandes deseos de las autoridades checas es que con ese motivo, el pueblo de Mikulčice, situado en el propio centro del antiguo imperio, sea incluido en el Patrimonio Cultural de la UNESCO.

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