Glagolítico, el alfabeto que es también una obra de arte

Glagolítico

Eslavista, músico y poeta, el investigador Miroslav Vepřek nos explica lo que es el glagolítico, un histórico pero novedoso alfabeto que, además de ajustarse a la gran cantidad de sonidos del antiguo eslavo, se caracterizó por su gran valor estético.

Desde el año 2015, Miroslav Vepřek es director de la Cátedra de Estudios Bohémicos de la Facultad de Filosofía de la Universidad Palacký de Olomouc. De muy joven había decidido estudiar filología checa porque, ya por ese entonces, escribía poemas, prosas breves y canciones. Sin embargo, reconoce que el encuentro con grandes profesores como Helena Bauerová lo llevó a interesarse en el eslavo antiguo, que es la primera lengua eslava con carácter literario, y en el origen y desarrollo de algunas palabras checas.

Glagolítico | Foto: public domain

“Tenemos muchas etimologías interesantes en checo: varias palabras fueron exportadas a otros idiomas y algunas de ellas luego volvieron. Ese es el caso, por ejemplo, de la palabra “pistola”. Originalmente, era una palabra checa, ‘píšťala’, que también significa “flauta”. Era un arma pequeña que usaban los guerreros husitas y el término pasó a distintas lenguas europeas, luego se convirtió en ‘pistola’ y así volvió al checo, pero es una de las palabras que el idioma checo legó al mundo”.

El otro tema que lo apasiona y en el que se sigue especializando es el alfabeto glagolítico, creado por los santos Cirilo y Metodio alrededor del año 862 para traducir la Biblia y otros textos religiosos al eslavo antiguo, o eslavo eclesiástico, como se prefiera. Vepřek lo define, de hecho, como un sistema muy útil que, aun hoy, despierta la admiración de muchos investigadores por su actualidad y el dominio en distintas ramas del lenguaje que su invención demuestra.

Miroslav Vepřek | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“El autor del alfabeto glagolítico, Constantino, o Cirilo, tenía varias posibilidades: dejar a los eslavos que se arreglaran como pudieran o adaptar otro alfabeto existente agregándole algunos pocos signos, pero él se decidió por la tercera posibilidad que, en mi opinión, era la mejor: crear un nuevo alfabeto”.

Y no solo creó un alfabeto nuevo, sino que consiguió dar con uno perfectamente adecuado al complejo sistema del antiguo eslavo, ya que para cada sonido había disponible un grafema, es decir, una letra. De hecho, explica Vepřek que eso mismo hizo que el glagolítico resultara superador respecto al alfabeto latino, que no tenía suficientes letras para representar todos los sonidos.

“Pero no es solo la cuestión práctica del uso, el glagolítico, además, es un alfabeto muy hermoso: tiene caracteres muy armónicos, sus formas básicas tienen mucho valor simbólico ya que está compuesto de triángulos y círculos, es decir que hay una función estética muy importante que tiene el alfabeto, no se trata solo del uso diario”.

El cirílico, el otro alfabeto eslavo fundamental, es solo un poco más joven que el glagolítico y, con algunas variantes, se mantiene vigente hasta el día de hoy. Vepřek apunta que entre los dos hay una diferencia básica y es que, mientras el cirílico adaptó algunos rasgos del alfabeto griego y el latino, los elementos del glagolítico son todos originales.

La escritura glagolítica | Foto: Neoneo 13,  Wikimedia Commons,  public domain

“Y esas letras fueron agregadas al cirílico bajo influencia del glagolítico porque los autores del alfabeto cirílico sabían muy bien que había otro alfabeto eslavo que se ajustaba perfectamente al idioma y entonces hay una influencia muy clara del alfabeto glagolítico en el cirílico”.

Para Vepřek también puede considerarse una influencia del glagolítico el rotundo cambio que significó para el antiguo checo la incorporación del sistema diacrítico que, si bien pudo haberse inspirado en otros alfabetos como el hebreo, no hay dudas de que funcionó como referencia o fuente de inspiración. Por otro lado, explica Vepřek que el mundo eslavo puede dividirse al este por la Iglesia Ortodoxa, quienes incorporaron el alfabeto cirílico y, al oeste, por la Iglesia Católica, que hoy día escribe con el alfabeto latino.

Primera página del Gospel de Mark del siglo 10,  Codex Zographensis,  encontrado en el monasterio Zograf en 1843 | Foto: Wikimedia Commons,  public domain

“El glagolítico fue usado especialmente en la Gran Moravia, donde empezó a expandirse con mucha fuerza, y hasta finales del siglo XI en Bulgaria y Macedonia, donde luego lo reemplazaron por el cirílico, también en las tierras checas hasta finales del mismo siglo y, desde entonces, fue usado prácticamente solo en Croacia, sobre todo en las islas de la costa dálmata, porque en esa zona periférica aun conservaban la liturgia en glagolítico y entonces este alfabeto se convirtió en símbolo de la liturgia eslava de la Iglesia Católica”.

Sin embargo, explica Vepřek que el uso del alfabeto glagolítico en Croacia no se limitó a la función litúrgica. También fue utilizado en textos de derecho y luego, en el siglo XV, para imprimir los primeros textos de literatura croata. Y aunque recién dejó de usarse a finales del siglo XVIII, ya desde principios del siglo XX se intentó hacer resurgir su tradición. De hecho, Vepřek lo considera uno de los símbolos nacionales de Croacia, a tal punto que se pueden conseguir souvenirs de glagolítico en las típicas tiendas turísticas. Pero además de ser un destacado investigador académico, hace veinte años que Miroslav Vepřek lidera Alibaba, una banda de folk y blues junto a su mujer y un amigo con la que ganó, en 2010, el premio que otorga el Festival Porta, el más importante en esos géneros.

El texto en glagolítico en la catedral de Zagreb | Foto: Wikimedia Commons,  public domain

“La combinación no está mal porque mi trabajo en la universidad me da la posibilidad de organizarme con el tiempo y no tengo que estar cada día de 6 de la mañana a 4 de la tarde, y además necesito hacer cosas distintas por mi salud mental. Pero más allá de cantar y tocar la guitarra, mi verdadera ambición es componer canciones”.

La música tiene para Vepřek tanta influencia que los dos libros de poemas que hasta el momento lleva publicados se inspiraron, según él mismo reconoce, más en letras de canciones que en textos de escritores. Por otro lado, ya no puede imaginarse la vida sin componer: escribir una canción es la forma perfecta que encontró, por ejemplo, para relajarse luego de entregar un artículo académico.