El cristianismo llegó a los territorios checos con san Cirilo y san Metodio
El 5 de julio es fiesta nacional en la República Checa. Es el Día de san Cirilo y san Metodio, misioneros a los que la nación checa debe su cristianización.
En una gran parte del territorio actual de la República Checa se extendía en el siglo IX y hasta comienzos del siglo X el imperio de la Gran Moravia, que incluía territorios que hoy en día pertenecen a Eslovaquia, Polonia y Alemania. La población local era pagana, lo que inquietaba a Rastislav, el príncipe gobernante del imperio.
Este pidió por ello al emperador bizantino, Miguel III, que le ayudara en este tema. Y el 5 de julio de 863 supuestamente, llegaron a Gran Moravia desde Tesalónica dos hermanos misioneros de padre bizantino y madre eslava o búlgara, Cirilo y Metodio, preparados cuidadosamente para la gran misión de propagar el cristianismo en lengua eslava entre los habitantes de la Gran Moravia. Los dos tenían experiencia con esta tarea, ya que con anterioridad habían difundido el cristianismo en Crimea.
Para traducir la Biblia y otros documentos litúrgicos al eslavo, Cirilo, que era menor que Metodio, inventó un alfabeto, llamado glagolítico, derivado del alfabeto griego. En el eslavo antiguo los hermanos también celebraban las misas en la Gran Moravia, sostuvo el historiador Tomáš Černušák, del Archivo Moravo.
“En aquel entonces, los únicos idiomas litúrgicos oficiales eran el griego y el latín. El requerimiento de establecer oficialmente la liturgia eslava representaba un paso atrevido. Sin duda, podía ayudar a los hermanos misioneros en su labor, pero conseguir el permiso respectivo no fue fácil”.
Cirilo y Metodio tuvieron que dirigirse a Roma y solicitar el permiso al Papa. El Sumo Pontífice, Adriano III, dio una cálida bienvenida a los misioneros y les permitió utilizar la lengua de la Gran Moravia en la liturgia. Sin embargo, durante ese viaje Cirilo se enfermó de gravedad, y poco más tarde falleció de tuberculosis. Tenía 42 aňos.
Metodio regresó a la Gran Moravia, pero tuvo que enfrentarse allí a muchas intrigas, provocadas por un sacerdote alemán de nombre Wiching.
En 869 el Papa emitió una bula destinada al príncipe Rastislav, aprobando de forma oficial la utilización del antiguo eslavo en la liturgia. Metodio pudo proseguir así activamente en su misión de cristianización. Y varias iglesias ortodoxas usan el antiguo eslavo eclesiástico en la liturgia hasta el presente.
Al cabo de cierto tiempo también Metodio se enfermó, se sentía cada vez más débil y en abril de 885 falleció a la edad de 72 aňos. Con anterioridad, no obstante, logró nombrar a su sucesor en su misión en la Gran Moravia: el obispo eslavo Gorazd. Sin embargo, mucho cambió tras la muerte de Metodio, recalcó el historiador Tomáš Černušák, del Archivo Moravo.
“Después de la muerte de Metodio se fueron intensificando los ataques de los seguidores de Wiching contra los alumnos de los hermanos Cirilo y Metodio y contra el obispo Gorazd. Todo lo que recordara a los dos misioneros del cristianismo en la Gran Moravia tuvo que desaparecer, dando lugar a la influencia de Alemania y Francia Oriental”.
Los colaboradores más cercanos de los hermanos misioneros fueron encarcelados y los aproximadamente 200 monjes y curas educados en el eslavo antiguo fueron expatriados. Se marcharon a Polonia, Bulgaria y la Bohemia Premislita, donde el legado de Cirilo y Metodio fue muy bien recibido. Tardó aňos en restablecer la tradición de Cirilo y Metodio en el territorio de la antigua Gran Moravia, pero este imperio, lamentablemente desapareció por completo a comienzos del siglo X.
El historiador y pedagogo Jan Stejskal recalcó que, sin embargo, la labor realizada por esos misioneros en la Gran Moravia tuvo un impacto positivo en el ulterior desarrollo cultural de las Tierras Checas.
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“La misión de los hermanos bizantinos fue exitosa; el cristianismo y la escritura han sobrevivido, la lengua fue desarrollándose y se escribieron muchos documentos importantes. Ambos hermanos se merecen un gran reconocimiento por haber logrado este éxito, además con tanta energía, optimismo, fe, capacidad organizativa y conocimientos intelectuales. Aunque no eran jóvenes, disponían de mucha energía y supieron enfrentar con éxito la dura realidad”.
En 1863 Cirilo y Metodio fueron declarados santos patronos de las naciones eslavas y 17 aňos más tarde fueron canonizados de forma oficial. El Papa Juan Pablo II declaró en 1980 a los hermanos misioneros del cristianismo también santos patronos de Europa y valoró altamente tanto sus méritos de orden cultural como también sus empeños por unificar a la Iglesia Occidental con la Oriental, mostrando así el camino a seguir para la unificación de los países europeos.
El 5 de julio, fecha en que se cree que san Cirilo y san Metodio llegaron a la Gran Moravia, es fiesta nacional tanto en la República Checa, como en Eslovaquia y en Macedonia del Norte. En Chequia, los mayores festejos ese día suelen tener lugar en la localidad morava de Velehrad, un conocido centro de peregrinación nacional que, según se considera, fue el centro administrativo del imperio de la Gran Moravia en el siglo IX.