Un escándalo implica a una empresa checa en Kirguistán
El gobierno de Kirguistán ha acordado una licitación multimillonaria para un proyecto energético con una compañía checa de dudosa existencia. El escándalo salpica directamente al Canciller Presidencial, Vratrislav Mynář, quien habría recomendado a dicha empresa.
Los integrantes del Parlamento desconfían de la firma checa al no haber encontrado evidencias de su actividad en lugares como Eslovaquia, Italia y Reino Unido. Además, han argumentado que una de sus empresas filiales se encuentra al borde de la bancarrota, según ha publicado el diario digital kirguí 24.kg.
Los ciudadanos checos han puesto su atención en Vratislav Mynář, actual Canciller Presidencial, quien habría aconsejado al gobierno kirguí sobre la contratación de Liglass Trading. La prensa nacional le ha acusado de dañado la imagen de Chequia. Pero Mynář asegura que solo quería ayudar a la compañía para extenderse en el extranjero y que lo ha hecho bajo presión. Tanto el Canciller como sociedad niegan tener alguna relación ellas y se espera que realicen alguna declaración al respecto.