Un equipo de la Academia de Ciencias desarrolla una sustancia para detectar tumores

Científicos de la Academia de Ciencias checa han desarrollado una sustancia de contraste que permitirá diagnosticar con mayor facilidad tumores ocultos en los riñones.

Un nuevo material de contraste, actualmente en prueba por especialistas del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia de Ciencias checa, permitirá detectar en el cuerpo humano tumores malignos u otras enfermedades de los riñones. La nueva sustancia se puede utilizar en dos métodos de diagnosis a la vez, esto quiere decir que el paciente será sometido a un solo examen, dijo a la Radio Checa Miloslav Polášek, uno de los miembros del equipo de investigadores.

“Es muy difícil diagnosticar casos en los que uno de los riñones no trabaja bien. Porque los riñones funcionan juntos, precisamente para que cuando uno deje de trabajar, el otro pueda compensar todas sus funciones. Esto significa que en muchos casos una no se cuenta de si uno tiene un riñón afectado. Todo funciona de forma normal, no hay ningunos síntomas. Pero gracias al nuevo material de contraste hemos logrado detectar a primera vista que uno de los riñones está afectado”.

Jan Kretschmer y Miloslav Polášek | Fuente: Ústav organické chemie a biochemie Akademie věd ČR,  CC BY 3.0 CZ DEED

Originalmente los científicos desarrollaban una sustancia para diagnosticar el cáncer, pero durante las pruebas notaron que ese material era capaz de descubrir otras enfermedades ocultas en individuos aparentemente sanos, sostuvo Miloslav Polášek.

“A pesar de que habíamos examinado ratones sanos supuestamente, en uno descubrimos cambios inesperados en el riñón derecho. Nos dimos cuenta de que el material de contraste se acumulaba en él y no salía tan rápido como habríamos esperado en el caso de un riñón sano. Resultó evidente que el riñón no funcionaba bien”.

Jan Kretschmer, miembro del equipo de investigadores verifica actualmente el funcionamiento del nuevo material en la Universidad de Tübingen, Alemania, donde tienen equipos especiales que combinan la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones, como explicó a la Radio Checa.

“Al ratón le aplicamos la nueva sustancia de contraste y en unos 20 minutos tenemos la imagen. Podría parecer, que todo está bien, que ambos riñones funcionan, aunque el riñón derecho acumula más sustancia de contraste que el izquierdo. Pero, pasado algún tiempo, la tomografía ofrece otras imágenes, en la resonancia magnética se puede ver que algo sucede”.

En la imagen aparece una mancha de color rojo-amarillo y en otra toma la mancha es aún más colorida y tiene un mayor reconocimiento. El médico obtendrá así otras importantes informaciones, sin que el paciente tenga que someterse a otros análisis.

En el examen fue utilizado el mismo material de contraste, pero se recurrió a un mejor análisis matemático. Gracias a que ese material funciona tanto en resonancia magnética como en tomografía, los científicos y médicos pueden ver en qué puntos concretos del riñón prolifera la enfermedad. El médico dispondrá entonces ya de todos los datos necesarios para decidir sobre la mejor terapia para el paciente.

Hasta el presente la tomografía por emisión de positrones era utilizada en relación con la tomografía computarizada, pero actualmente comienza a utilizarse en la medicina cada vez más en combinación con la resonancia magnética, sostuvo Miloslav Polášek.

Miloslav Polášek | Fuente: Ústav organické chemie a biochemie Akademie věd ČR,  CC BY 3.0 CZ DEED

“No obstante, con esa combinación el paciente recibe primero el suero de contraste para resonancia magnética y más tarde otro material de contraste para la tomografía por emisión de positrones. O sea que es un examen que no combina las cosas de la mejor manera, pero por el momento no existen materiales de contraste aprobados oficialmente que realmente ofrezcan una señal en esos dos métodos”.

Ese material de contraste, precisamente, que se puede combinar fácilmente, fue desarrollado por los científicos checos. A diferencia de sus colegas de otros países no apostaron por una complicada biomolécula, sino que decidieron utilizar el flúor radiactivo, el elemento radiactivo más extendido. Además, se utiliza un una gran cantidad de análisis, por lo que está demostrado históricamente que es seguro para las personas, como dijo Jan Kretschmer.

Este elemento los científicos checos lo incluyen en los materiales de contraste ya utilizados y seguros para la resonancia magnética. Y el paciente pasa por un solo examen con lo que ahorra tiempo.

Los científicos de la Academia de Ciencias checa confían en que esta sustancia llegará a ser utilizada pronto en la medicina general.

Autores: Eva Kézrová , Ivana Vonderková | Fuente: Český rozhlas
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