Los expertos checos están entre los pioneros que impulsan fármacos de doble función: Alzheimer-obesidad
Expertos del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de Praga investigan un nuevo medicamento contra el Alzheimer, que a la vez reduce el apetito y lucha contra la obesidad.
Los científicos checos acaban de desarrollar un medicamento contra el Alzheimer. Sólo en la República Checa hay unos 200.000 pacientes que padecen dicha enfermedad y se estima que para 2050 la cifra llegue a medio millón de personas.
Por otra parte, la obesidad y el sobrepeso son problemas que afectan a más del 60% de la población adulta de Europa y al mismo porcentaje de adultos en Chequia.
Andrea Pačesová del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia de Ciencias de la República Checa explicó en entrevista para la Radio Checa el vínculo entre ambas enfermedades.
“Muchas personas obesas sufren de diabetes de tipo 2. Esto quiere decir que disponen de suficiente insulina, pero esta no funciona correctamente. Los estudios clínicos han demostrado que la insulina no sólo controla el nivel de la glucemia, o sea, del azúcar en la sangre, sino que es muy importante para la memoria. Cuando no ejerce su función correctamente, puede provocar cambios que se manifiestan como enfermedades neurodegenerativas”.
Por eso, los científicos investigan el potencial de los medicamentos contra la diabetes como una posible cura para el Alzheimer. El equipo praguense, encabezado por Lenka Maletínská, ha desarrollado una versión modificada del neuropéptido CART, que se encuentra en el cerebro y participa principalmente en la regulación de la ingestión alimentaria. Esta nueva sustancia reduce el apetito y, al mismo tiempo, protege el cerebro contra la proteína tau, que en el caso del Alzheimer se acumula y se vuelve tóxica.
Según explicó para la Radio Checa el bioquímico Vilém Charvát, las pruebas realizadas con ratones que sufrían de obesidad y diabetes confirmaron la eficacia de la nueva sustancia. Los animales bajaron de peso y la proteína tau dentro de sus cerebros se redujo.
Ahora, la tarea de los científicos será descubrir el mecanismo de funcionamiento de la sustancia que desarrollaron para que la puedan aplicar en personas.
Lenka Maletínská estima que es posible que los péptidos utilizados para curar la obesidad reparen los tejidos cerebrales dañados. “En caso de un diagnóstico temprano del Alzheimer, en una etapa de deficiencia cognitiva ligera, la probabilidad de curar al paciente puede aumentar de manera significativa,” dijo la científica, agregando que será necesario un estudio profundo y a largo plazo.