Científicos checos patentan un medicamento revolucionario contra el COVID-19

BAZE-X1

El COVID-19 y muchas más enfermedades que afectan el sistema pulmonar y nervioso podrían dejar de ser una amenaza para la vida de muchas personas gracias a un reciente hallazgo de científicos checos.

Milan Jakubek, químico de la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina, ha sido el primero en desarrollar en todo el mundo la forma líquida del bazedoxifeno. Esa sustancia es la base de un medicamento inhalado contra el COVID-19 recientemente desarrollado y patentado por un equipo del centro BIOCEV y la Universidad Carolina de Praga. Se trata de un gran acontecimiento no solo para el propio Jakubek, sino para la ciencia checa en general, según confirmó en entrevista para la Radio Checa Jan Brábek, biólogo de la Facultad de Ciencias de dicha universidad.

Jan Brábek | Foto: archivo de BIOCEV

“Me impresionó que Milan Jakubek lo consiguiera desarrollar en tan poco tiempo. Fue una alegría enorme para todos nosotros. Se trata de la forma medicinal líquida de bazedoxifeno”.

El bazedoxifeno es una sustancia que forma parte, por ejemplo, de los medicamentos para la osteoporosis posmenopáusica de las mujeres. Actualmente, también se están investigando sus efectos contra el cáncer. Los científicos checos, sin embargo, fueron los primeros en 2020 en darse cuenta de que el bazedoxifeno también podría actuar contra los virus y comprobaron que la sustancia era capaz de suavizar las manifestaciones de la interleucina-6, una molécula compuesta por proteínas que regula las reacciones inmunitarias y también estimula el surgimiento y el desarrollo de inflamaciones.

Estructura de bazedoxifeno | Foto: Fvasconsellos,  Wikimedia Commons,  public domain

Hasta el momento, el bazedoxifeno se podía conseguir solo en forma sólida. La ventaja del invento de Jakubek es que la forma líquida de este medicamento se puede suministrar al paciente por medio de un inhalador directamente al sistema pulmonar. Más detalles sobre la aplicación del medicamento ofreció en entrevista para la Radio Checa el propio inventor Jakubek.

“Este suero se mezcla en una proporción definida con el suero fisiológico y, posteriormente, se aplica a un nebulizador. Este aparato es capaz de generar un aerosol que llega al sistema pulmonar del paciente”.

El medicamento checo debería ayudar, sobre todo, con complicaciones vinculadas al COVID-19 como la tormenta de citoquinas o el síndrome de dificultad respiratoria aguda. El biólogo Brábek, no obstante, opina que la forma líquida de bazedoxifeno, suministrada por inhalación, podría aplicarse en el tratamiento de la mayoría de las enfermedades víricas y en muchos otros diagnósticos.

Foto: coltsfan,  Pixabay,  Pixabay License

“En el caso de que aparezca una pandemia de otra enfermedad vírica que se manifieste con una tormenta de citoquinas, este medicamento sería el adecuado. También podría ayudar en el tratamiento de enfermedades neurológicas. En la Universidad de California se lleva a cabo la segunda fase de pruebas clínicas de bazedoxifeno con personas que padecen esclerosis múltiple. También podemos esperar algún efecto en el caso de otras enfermedades que tienen que ver con inflamaciones crónicas como el Alzheimer o el Parkinson. En estos casos podemos ver las ventajas del bazedoxifeno y sustancias de la misma categoría que penetran con facilidad la barrera hematoencefálica”.

Actualmente, el medicamento está en la segunda fase de pruebas y se monitorean sus efectos secundarios. Cuándo empezará a salvar vidas todavía está por concretarse.

Autores: Andrea Skalická , Martina Kutková
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