Trosky, el misterioso símbolo del Paraíso Checo

Foto: Zdeněk Fiedler, CC BY-SA 3.0 Unported

Una madre e hija petrificadas, un tesoro robado y un subterráneo diabólico. El símbolo del Paraíso Checo, el castillo de Trosky, protagoniza numerosas leyendas que serán el tema de una nueva edición del espacio 'Leyendas Checas'.

Foto: Zdeněk Fiedler,  CC BY-SA 3.0 Unported
Las torres del castillo de Trosky, construido en el siglo XIV, cautivan la atención desde decenas de kilómetros, alzándose majestuosamente a más de 500 metros de altura. Aunque el nombre de Trosky, ruinas en español, refleja su estado actual, originalmente se refería a dos conos volcánicos en los que se yerguen sus torres y que recordaban a las ruinas de un castillo. Son precisamente las torres las que protagonizan la leyenda más conocida sobre el castillo. Un mito dice que en el pasado era habitado por una mujer y su hija, que tras una dura disputa pasaron el resto de sus vidas echándose pestes una a otra. El castillo fue deteriorándose, los sirvientes se fugaron y finalmente se calmaron también los insultos ya que las fuerzas infernales convirtieron a las mal avenidas en piedras de las torres. De allí sus nombres la Virgen y la Vieja.

Un tesoro de plata

Foto: Barbora Kmentová
Otra leyenda cuenta que el castillo fue habitado por Oto de Bergov, un caballero saqueador que escondió en el castillo un valioso tesoro de plata, robado en el Monasterio de Opatovice. Las riquezas deben hallarse dentro de una roca situada debajo de la torre de la Virgen. Sin embargo, la entrada está cubierta con una enorme piedra que aún nadie ha logrado apartar. El subterráno de Trosky tiene también un sobrenombre diabólico, según explica el gerente del castillo, Lubomír Martínek.

“Se dice que en la Edad Media el interior de los conos volcánicos se llenaba mucho de humo, los diablos pretendían impedir la construcción del castillo y generalmente sucedían hechos misteriosos. Otra leyenda dice que se hallaba allí una herrería celta”.

De acuerdo con otro mito, en una cueva de una ciudad rocosa situada aproximadamente a un kilómetro al sur del castillo se encuentra la entrada a un pasillo secreto que conduce posiblemente hasta el tesoro, afirma Martínek.

“Varios grupos intentaron atravesar el pasillo excavando. En el siglo XVIII aparecieron las primeras menciones sobre diversas bandas que habían llegado a una cueva o una bóveda en cuya pared se halla una escritura en latín que dice: Si sigues adelante, morirás”.

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Una teoría sostiene que existen más entradas en el subterráneo del castillo y una de ellas es una puerta a otra dimensión. Lo que queda históricamente evidenciado es que gracias a los corredores subterráneos el castillo nunca ha sido conquistado, afirma Martínek.

“En 1468 el rey Jorge de Poděbrady asedió el castillo durante un año y no logró conquistarlo ya que sus residentes se abastecían precisamente a través de estos túneles”.

En una encuesta de la agencia Czech Tourism de 2010, el castillo de Trosky fue elegido por los checos como el lugar más misterioso del país.