Topolánek y Schwarzenberg firmaron el Tratado de Lisboa

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La República Checa firmó este jueves el Tratado de Lisboa, que sustituye al frustrado proyecto de Constitución Europea. Para que entre en vigor a partir de 2009, debe ser aún ratificado por todos los países el próximo año.

Primer ministro checo,  Mirek Topolánek  (Foto: CTK)
Los ciudadanos de Francia y Holanda rechazaron hace más de dos años, en sendos referendos, el proyecto de Constitución Europea. El Tratado de Lisboa, que pretende reemplazarla, ha sido firmado por representantes de los 27 países de la Unión. Según Alexander Vondra, vice primer ministro checo de asuntos europeos, este tratado respeta las tradiciones y necesidades de cada uno de los países miembros.

“Lo importante es que el concepto de este tratado es más conservador y tradicional. Está construido como un automóvil en el que cada país debería sentirse confortable, porque puede regular mejor la velocidad de su integración a la UE”, sostiene Alexander Vondra.

En comparación con el proyecto de Constitución, el Tratado de Lisboa no pretende definir símbolos de la Unión, como la bandera y el himno, ni siquiera cancela los contratos anteriores firmados por los países comunitarios. Por otro lado, establece dos cargos nuevos: el de vice primer ministro permanente, que sería una especie de presidente de la UE, y el de ministro de Relaciones Exteriores. Para que el nuevo tratado entre en vigor, aún debe ser ratificado en todos los países miembros.

Alexander Vondra cree que en la República Checa sería mejor una ratificación parlamentaria que un referendo.

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“Los referendos no tienen tradición en nuestro país. Además, no creo que sea necesario organizar uno para el Tratado de Lisboa. En último lugar, el texto del tratado es muy complicado y evaluarlo en un referendo con un sí o un no, sería para el ciudadano demasiado difícil”, explica el vice primer ministro.

En Lisboa, el primer ministro checo, Mirek Topolánek, y el ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg han firmado el Tratado, que permitiría a la UE intervenir más fácilmente en la política interior de cada país europeo. La República Checa no podrá aplicar el derecho a veto, una de sus exigencias que fue rechazada.

Alemania y Francia anunciaron que quieren ratificar el Tratado de Lisboa lo más pronto posible. Los políticos checos todavía no saben cuándo deliberarán sobre el documento, sin embargo, deben hacerlo antes de fines del próximo año.