Nueva prueba de que Kundera delató a un agente anticomunista
Las nuevas pruebas que implican a Kundera en la delación de un agente secreto, la futura puesta en marcha de un peaje para entrar en el centro histórico de Praga o los numerosos casos de acoso sexual en las universidades checas son algunos de los temas de la prensa checa de este miércoles.
El diario Lidové Noviny informa hoy en portada del hallazgo de un nuevo documento que refuerza la tesis de que el escritor Milan Kundera denunció en su juventud a un agente anticomunista.
En octubre del año pasado se hicieron públicos unos archivos en los que Kundera figuraba como delator del agente secreto Miroslav Dvořáček en 1950. El escritor negó la información. Ahora ha aparecido otro documento que avala los anteriores, los apuntes para una conferencia del viceministro del Interior checoslovaco de 1952, Jaroslav Jerman.
En la conferencia, titulada ‘Sobre la Defensa del País contra Enemigos Interiores y Exteriores’, Jerman puso como ejemplo de colaboración ciudadana con el régimen el caso de la detención de Dvořáček y la denuncia del joven estudiante comunista Milan Kundera.
El peaje consistirá en un pago de cinco euros por el acceso al centro. Un sistema de cámaras leerá las matrículas de los automóviles y un sistema informático comprobará en una base de datos si el conductor ha pagado o no la tarifa.
El Ayuntamiento calcula que el coste de la implantación del peaje ascenderá a 25 millones de euros, aunque solo el primer año se espera recaudar más de 17 millones.
Sin embargo finalmente descartó la idea y apostó por que cada país aceptara el Tratado sin imponer condiciones. De esta manera la propuesta del presidente Václav Klaus viene a reabrir un debate cerrado. Klaus teme que la inclusión de la Carta de Derechos Humanos en el Tratado de Lisboa permita a los alemanes recuperar las propiedades expropiadas en Checoslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial.
Según expertos consultados por el diario, en muchos casos la dirección del centro pasa por alto los abusos y los considera conflictos entre personas adultas, sin tener en cuenta la posición de poder del profesor.
El estudio de la Carolina coincide en sus resultados con un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas de la Academia de Ciencias. El Ministerio de Educación recomienda a las Universidades reglas claras para proceder en estos casos.
