Topolánek responsabilizó al presidente Klaus de la caída del Gobierno
El dimisionario primer ministro checo, Mirek Topolánek, arremetió contra el presidente de la república, Václav Klaus, a quien acusó de ser uno de los artífices de la caída del Gobierno. Topolánek acusó también al alcalde Mayor de Praga, Pavel Bém y al diputado ‘rebelde’ Vlastimil Tlustý.
“Yo creo que todo el mundo tiene clara la participación de Vlastimil Tlustý, Pavel Bém y de Václav Klaus en este juego desde el otoño pasado”, subrayó Topolánek.
El presidente Václav Klaus, uno de los fundadores del Partido Cívico Democrático, liderado ahora por Topolánek, renunció recientemente al cargo de presidente honorífico de la formación porque, según él, se aleja de los principios conservadores.
Los analistas calificaron a Bém y a Tlustý como una especie de “caballos de Troya” que trataron de destruir a Topolánek desde las entrañas de su propio partido por mantener una postura favorable al Tratado de Lisboa.
Tras la caída de Topolánek, corresponde ahora al presidente Klaus mover ficha. Debe encargar la formación de un nuevo Gobierno, y según la práctica política del país debería ser alguien del partido que obtuvo más votos en las elecciones generales, en este caso el Partido Cívico Democrático de Topolánek.
De acuerdo con el saliente primer ministro la solución de la crisis está en manos de su formación y del opositor Partido Socialdemócrata, puesto que la correlación de fuerzas sigue siendo la misma: nadie dispone de mayoría en la Cámara Baja. Es por eso que Topolánek insiste en la celebración de elecciones anticipadas a más tardar en otoño.
Mirek Topolánek intervino el miércoles ante la Eurocámara para comentar los resultados de la reunión de la semana pasada del Consejo Europeo, que actualmente preside. Para sorpresa de los presentes el político checo criticó los planes anticrisis del presidente de EE.UU., Barack Obama.
“Estados Unidos repite los errores de los años treinta, como las tendencias proteccionistas, la campaña a favor del Compre productos estadounidenses. La aplicación permanente de estas medidas y su combinación son el camino al infierno”, subrayó TopolánekLa reacción no se hizo esperar, el eurodiputado Martin Shultz, líder de los socialistas en el Parlamento Europeo le dijo a Topolánek que con semejantes declaraciones no representaba al Consejo Europeo, que se representaba a sí mismo.
Topolánek insistió en que los norteamericanos necesitarán liquidez para financiar todas sus medidas y las financiarán con la venta de bonos y que ello socavará la estabilidad de los mercados financieros internacionales.
En los próximos tres meses que quedan de Presidencia, el Gobierno checo tiene una agenda internacional a tope, tendrá que dar la bienvenida al presidente de EE.UU., Barack Obama, y liderar las cumbres del G-20, la OTAN y de la UE.