Estar a la altura de la presidencia de la UE y no pifiarla

La República Checa asumirá la presidencia de la Unión Europea en la segunda mitad de este año. Además de buscar compromisos y avanzar en temas claves para los Veintisiete como la energía, la recuperación económica o la ampliación, intentará evitar repetir los errores cometidos durante su primera presidencia.

La República Checa ocupará la presidencia de la Unión Europea entre julio y diciembre de este 2022. Es la segunda vez que asumirá la tarea, después de estrenarse en 2009. En la práctica esto significa todo un paquete de responsabilidades, desde dirigir el consejo de ministros, preparar una agenda y llevarla a cabo, hasta llegar a compromisos y soluciones que sean racionales y beneficiosas para el conjunto de los estados miembros, según describe la experiencia Milena Vicenová, quien encabezó la Representación Permanente de la República Checa en Bruselas durante aquella presidencia.

Milena Vicenová | Foto: Kateřina Cibulka,  Český rozhlas

Además de coordinarse con Francia, quien preside la UE en la actualidad, a Chequia le tocará organizar y coordinar un sinnúmero de reuniones y eventos, según explica Vinceová.

“En 2009 esto significó dirigir alrededor 2400 reuniones de trabajo, acogimos en Bruselas 86 visitas muy importantes a todos los niveles políticos. Los diplomáticos de la Representación Permanente también encabezaron unos 150 grupos de trabajo en el marco del Consejo de la Unión Europea”.

Adicionalmente, Chequia debería evitar asimismo algunos de los errores del pasado, de acuerdo con Vicenová, como una nueva caída del Gobierno, tal y como sucedió con el Gabinete de Mirek Topolánek en medio de la presidencia en 2009. Al mismo tiempo, los esfuerzos checos deberían centrarse en encontrar una solución para alguno de los problemas más palpables de la Unión.

Mirek Topolánek | Foto: Český rozhlas

“Por ejemplo, el Green Deal, pero también en cuanto a temas como los medios de comunicación o los derechos humanos y una Europa más fuerte. Lograr un avance para la organización como conjunto. Al mismo tiempo demostrar que tenemos diplomáticos, políticos y funcionarios hábiles y, en consecuencia, ganarnos la oportunidad de ocupar una posición importante en alguna de las instituciones comunitarias”.

Por su lado, el antiguo secretario estatal para Asuntos Europeos y actual presidente de la Unión de Comercio y Turismo, Tomáš Prouza, destaca que hace falta que mejore la percepción de los checos de la Unión Europea y el país entienda mejor sus intereses a nivel comunitario.

“Me gustaría que el resultado de la presidencia fuera que en Chequia se empezara a hablar de la Unión Europea de manera un poco diferente. Y que el hecho de nos dediquemos a temas claves a nivel comunitario nos ayude a aclarar nuestras propias prioridades dentro de la UE. Porque nunca las hemos definido, nuestra prioridad siempre ha sido todo, y en consecuencia, nada”.

Tomáš Prouza | Foto: Jana Trpišovská,  Český rozhlas

En cuanto a lo que consideraría una presidencia exitosa, la corresponsal del semanario Respekt, el diario Hospodářské noviny y el servidor Aktuálně.cz en Bruselas, Kateřina Šafaříková, añade que Chequia necesita formar a expertos y diplomáticos competentes que quieran quedarse en las estructuras comunitarias después de la presidencia. Al crearse una estrategia que los incluyera, las autoridades checas contarían con una red útil de contactos que podría servirle para negociaciones sobre temas importantes así como para estar mejor informada.

El éxodo de personal capacitado fue, de hecho, uno de los desenlaces más negativos de la presidencia de 2009, que, de acuerdo con Šafaříková, sigue influyendo en la presencia checa en las instituciones europeas.

Foto: Kristýna Maková,  Radio Prague International

“El impacto fue negativo, porque el número de personas que querían quedarse en la administración pública eran bastantes. Pero al final, la gran mayoría se fue a otros países o al sector comercial, porque no había puestos para ellos o no les fueron ofrecidos, o también porque las condiciones no correspondían a su experiencia. Y el resultado es el problema de hoy, de que hay muy pocos checos en las instituciones europeas”.

Šafaříková agrega que el interés, incluso en posiciones donde no se necesita experiencia, es más bajo que en otros países, y que las autoridades han hecho muy poco por motivar a los checos para que aspiren a posiciones en las instituciones europeas.

Rectificar la posición de Chequia como socio

El ministro para Asuntos Europeos, Mikuláš Bek, anunció como las principales prioridades de la presidencia checa la recuperación de los Veintisiete tras la crisis del coronavirus, la política climática y la solución de la problemática migratoria y de seguridad.

Mikuláš Bek | Foto: Ondřej Surý,  Český rozhlas

No obstante, para poder cumplir su rol de coordinador y encontrar soluciones y compromisos, los checos deberán demostrar un alto nivel de capacidades diplomáticas y conocimiento en las diferentes áreas. Sus esfuerzos podrían verse frenados por un lado por la falta de experiencia con las estructuras de la UE, y por otro, por su bajo dominio de idiomas, en algunos casos.

El diario Hospodářské noviny reportó recientemente que “al menos cinco ministros del Gobierno de Petr Fiala no eran capaces de llevar una conversación en inglés”, entre ellos, los jefes de algunas de las carteras más importantes como las de Finanzas o Defensa.

Esta falta de competencias por parte de los representantes checos puede socavar los esfuerzos de la presidencia, afirma Viktor Daněk, corresponsal de la Radio Checa en Bruselas.

“Las reuniones del Consejo de la UE se preparan de antemano y los ministros no necesitan dominar el idioma. Pero si uno quiere hablar aparte con un compañero de otro país y preguntarle qué es lo que necesita y debatir qué es lo que se puede ofrecer a cambio de que se llegue a un compromiso en el marco del Consejo, el mandatario ya no se puede apoyar en el aparato burocrático de la UE, tiene que confiar en sus propias fuerzas. Y un ministro sin competencias suficientes en este aspecto tiene una gran desventaja”.

Banderas checas y de la UE | Foto: Oficina del Gobierno Checo

Al mismo tiempo, a la República Checa le tocará rectificar la reputación que se ganó en los últimos años, de acuerdo con Daněk, quien cita los problemas del antiguo primer ministro, Andrej Babiš, o la no siempre ideal alianza con Hungría y Polonia, que se enfrentan a grandes problemas en cuanto al respeto de los principios del Estado de Derecho.

De acuerdo con Daněk, Chequia tendrá que demostrar que es un socio de confianza y constructivo y también deberá buscar nuevas alianzas y reforzar uniones dentro de la Unión Europea, más aún porque, tras la salida de Angela Merkel de la política, ya no cuenta con el apoyo y las simpatías de su gran vecino y fuerte actor en el campo político europeo, Alemania.

Autores: Martina Mašková , Romana Marksová
palabras clave:
audio