Topolánek disiente de Klaus y se reafirma en su apoyo a Georgia
A pesar de las declaraciones del presidente checo, Vaclav Klaus, sobre la responsabilidad de Georgia en el conflicto, el primer ministro, Mirek Topolánek, lo tiene muy claro. Precisamente este miércoles se reúne el Consejo de ministros para acordar los detalles de la ayuda que la República Checa enviará a Georgia.
“A mí me parece que en las declaraciones de Vaclav Klaus falta una mención a la responsabilidad que ha tenido Rusia en todo el conflicto. No comparto su punto de vista, pero no creo que pueda afectar a nuestra posición, porque el presidente no es responsable de la política exterior del país. Lo veo más bien como una complicación de cara a las relaciones con otros países de nuestro entorno”, declaró Topolánek.
De hecho, la posición favorable del Gobierno hacia Georgia se materializará en los próximos días. Precisamente este miércoles se reúne el Consejo de ministros por primera vez para discutir cuál va a ser exactamente el tipo de ayuda que la República Checa va a enviar al país caucásico.
El ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, tiene la intención de mandar ayuda humanitaria por valor de unos seis millones de euros. Sin embargo, sobre los detalles concretos de la participación checa en la misión de paz todavía no hay nada claro, como ha afirmado Topolánek.
“Vamos a discutir de todo lo relativo al envío de fuerzas de paz, y de si vamos a tener capacidad técnica suficiente. Yo soy partidario de una misión de paz más pequeña pero más sofisticada desde el punto de vista logístico. Pero si vamos a ser capaces de ofrecer esta ayuda depende del punto de vista de los Ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores”.Al principio de la guerra, Topolánek comparó la intervención rusa en Georgia con la invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia en 1968. Klaus, sin embargo, publicó un artículo en el que achacaba al gobierno de Georgia toda la responsabilidad en el conflicto.
Esta disensión es especialmente llamativa por el hecho de que tanto Klaus como Topolánek pertenecen a la misma formación política, el Partido Cívico Democrático. La situación recuerda al desacuerdo en torno a Kosovo. El gobierno de Topolánek reconoció la independencia de la provincia Serbia y Klaus se posicionó en contra, al igual que Rusia.
De hecho, el presidente checo se ha destacado en los últimos años por sus buenas relaciones con Moscú. Recientemente, su libro “Un planeta azul, no verde”, ha sido publicado en Rusia por la firma petrolera Lukoil.