Klaus se opone a la postura del Gobierno hacia el conflicto del Cáucaso
Mientras que Rusia ha reconocido la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, el Gobierno checo sigue luchando por adoptar una postura unánime de cara al conflicto del Cáucaso.
Sin embargo, el presidente Václav Klaus, quien rechazó participar en la reunión, dice no compartir la idea de que Rusia sea la culpable de la situación en el Cáucaso.
“No estoy de acuerdo con la opinión compartida por la mayoría de los políticos europeos de que Rusia es el agresor y Georgia la víctima”, declaró Klaus.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, condenó a ambas partes del conflicto.
“Rechazo la ocupación de Osetia del Sur por los georgianos y la considero como un error político con graves consecuencias. No obstante, el presidente Klaus olvida que también Rusia tiene su culpa en el conflicto”, señaló Schwarzenberg.No es la primera vez que el presidente Klaus se opone a la postura del Gobierno. Hace poco criticó el reconocimiento checo de la independencia de Kosovo. A pesar de ello, el primer ministro Mirek Topolánek confía en encontrar objetivos comunes como el apoyo a la integridad territorial de Georgia, la ayuda humanitaria en las zonas afectadas y el establecimiento de la paz en la región.
Los políticos comunitarios deliberarán sobre la situación en el Cáucaso en una cumbre convocada por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para el próximo 1 de septiembre. Por parte de la República Checa asistirán probablemente el primer ministro, Mirek Topolánek, y el ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg.