Tira y afloja entre el gobierno y el transporte checo
La crisis energética pone en una situación crítica al sector del transporte, que reclama medidas al gobierno. Este anunció el aplazamiento del IVA de los transportistas y la suspensión de los anticipos del impuesto de circulación.
La crisis energética actual ha llevado a un aumento de precios que constantemente baten récords históricos en todos los frentes. En cuanto a los combustibles, por ejemplo, se preveía que este sería uno de los puntos que más percibiría el ciudadano, así como ciertos sectores, en su actividad diaria.
Concretamente el del transporte es el más golpeado por todo este contexto. El alza desmedida de precios ha puesto al sector en la cuerda floja, lo que ha requerido de una respuesta por parte del gobierno. Este mismo jueves el ejecutivo anunció su decisión de aplazar los pagos del IVA de los transportistas hasta el mes de octubre, así como de renunciar excepcionalmente a los anticipos trimestrales del impuesto de circulación de los propios empresarios del transporte.
"Permitiremos a los empresarios diferir los pagos del IVA hasta siete meses. Al mismo tiempo, no tienen que pagar anticipos por el impuesto de circulación, que cancelaremos en su totalidad para los automóviles de hasta 12 toneladas. Esto ayudará a los transportistas a mejorar su flujo de caja en la difícil situación actual”, afirmó el ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura.
Aunque las propuestas del gobierno para abordar esta crisis son bien recibidas por parte de los propios transportistas, estos no dejan de considerarlas insuficientes. Česmad Bohemia, la mayor asociación del sector en el país, dejó clara su postura al respecto.
"Los transportistas por carretera son las primeras empresas en verse afectadas por el aumento de los precios. Además, es un sector con márgenes bajos, es necesario que el Estado les preste mayor atención ", dijo su secretario general, Vojtěch Hromíř.
Este hizo hincapié, por ejemplo, en la necesidad de reducir el impuesto especial sobre el diésel (0,06 euros) al mínimo exigido por la Unión Europea, señalando el ejemplo de países como Polonia, Hungría o Eslovenia, que representan la principal competencia del sector y operan con esta tarifa mínima.
Hromíř reafirmó su voluntad de continuar con las negociaciones con el ejecutivo, aunque también dijo estar listo para las protestas en caso de ser necesario.
Precisamente el pasado 14 de marzo, en torno a 600 y 700 camiones bloquearon algunas rutas en Praga, Brno y Ostrava a modo protesta. Así, el gobierno parece dispuesto a explorar diferentes medidas para evitar que la situación se recrudezca.
Las cifras hablan de que son 30 000 las empresas operan en el transporte por carretera en Chequia. Según la propia Česmad Bohemia, el transporte por carretera emplea en el país a unas 400 000 personas.