Los transportistas checos no pueden con la competencia polaca

Foto: Ondřej Jánoška, ČRo

Gracias a su ubicación geográfica y al ingreso en la Unión Europea, la República Checa se ha convertido en una importante ruta para el transporte internacional de mercaderías por carretera. No obstante, los transportistas nacionales han empezado a perder presencia por la competencia de Polonia y otros países.

Foto: Ondřej Jánoška,  ČRo

Los camiones de transporte internacional se han convertido en parte inseparable del paisaje de las carreteras checas. Convoyes de camiones siguen a diario las rutas de autovías y autopistas en diversas direcciones. No obstante, las empresas locales de transporte han puesto el grito en el cielo, porque la competencia de países como Polonia, Hungría y Rumanía les está sacando del mercado local.

La situación ha empezado a preocupar a representantes del sector y al oficialismo checo, tal y como indicara a la Radio Checa el portavoz del Ministerio de Transportes, František Jemelka.

Foto: Petr Kološ,  ČRo
“En los últimos cuatro años, el transporte internacional por carretera con vehículos matriculados en la República Checa se ha reducido a la mitad. Semejante disminución no había ocurrido en los últimos 30 años. El transporte internacional en la República Checa es asumido en gran medida por transportistas de otros países de la Unión Europea”.

Para el empresario Michal Hošek, desde hace 25 años en el gremio del transporte, uno de los mayores problemas es que los operadores nacionales no pueden competir con los precios de los transportistas extranjeros.

“Desafortunadamente hoy somos minoría y otros operadores nos están sacando del mercado. Sus precios son más bajos que los nuestros. Reciben diversos beneficios de sus países de origen, además sus conductores circulan por toda Europa y, a diferencia de los nuestros, no regresan a sus hogares".

De acuerdo con los conductores checos, los polacos reciben subsidios públicos para la gasolina y eso abarata mucho el precio final del servicio. Para sobrevivir, los transportistas checos necesitan de otra actividad comercial que genere ingresos para no verse obligados a abandonar el mercado. Pero topan además con otro problema grave. La población de conductores profesionales envejece, mientras que muchos optan por trabajos más tranquilos indicó Josef Melzer de la Asociación de Transportistas ČESMAD Bohemia.

“La población de conductores está envejeciendo y prefieren estar en casa, no quieren viajar al extranjero. En el área del transporte de camiones competimos también con los conductores de autobuses en términos de costos laborales. Algunos conductores cambian los camiones por autobuses”.

Los transportistas checos aseguran que no pueden bajar los precios y piden al Estado que intervenga para mejorar las condiciones comerciales con competidores extranjeros. Proponen descuentos en el precio de los peajes, reducción de impuestos de carretera o la introducción del llamado diesel profesional.

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