Stanjura: “Estamos en una guerra económica con Rusia”
Zbyněk Stanjura, ministro de Finanzas, fue uno de los grandes protagonistas de la jornada del jueves. Tras la aprobación del presupuesto estatal pasó por los micrófonos de la Radio Checa para analizar el estado de la economía checa en un contexto tan crítico como el actual.
Al igual que el resto de países europeos, el sistema económico checo enfrenta un contexto de una complejidad nunca antes vista. El clima de crisis es ya una realidad que se ha ido contagiando a, prácticamente, todo el mundo.
Han sido muchas las voces de expertos y analistas que han entrado a valorar la situación pero gran expectación generaba la del máximo responsable del país en materia económica: Zbyněk Stanjura, quién también enfrenta el mayor desafío de su carrera.
El ministro consiguió la aprobación del presupuesto estatal este jueves y, unas horas después, valoró ante los micrófonos de Radiožurnál los desafíos y el futuro de Chequia en materia económica.
“Hay que decir una cosa que no es del todo agradable: estamos en una guerra económica con Rusia, a pesar de que la guerra real tiene lugar en Ucrania. Por supuesto, tal guerra tiene un impacto en la situación económica y es poco realista esperar que no tenga impacto en el nivel de vida o las ganancias de las empresas”, sentenció Stanjura.
La sesión parlamentaria y la propuesta presupuestaria corroboraron el firme compromiso con Ucrania: fueron aprobadas iniciativas para incrementar el presupuesto de Defensa en 39 millones de euros y para enviar una partida de ayuda humanitaria al país cifrada en 71 millones.
Además, el gobierno dejó la puerta abierta a posibles enmiendas sobre el presupuesto a través de las que ajustar las cifras ante los efectos de la invasión rusa.
"Los miembros del Gobierno y yo estamos listos para debatir con la oposición sobre cambios en el presupuesto", dijo el ministro quién, con todo, también afirmó que un reajuste de esta magnitud requerirá de cierto tiempo.
Conocido por su perfil conservador y su voluntad de emprender una política económica más austera, Stanjura parece haber cumplido sus objetivos. El presupuesto fue aprobado con un déficit de poco más de 11 000 millones de euros, 3823 millones menos de lo que suponía la propuesta del anterior gabinete de Andrej Babiš.
Con todo, la guerra en Ucrania ha supuesto todo un vuelco al tablero, por lo que el ministro afirmó seguir muy de cerca los acontecimientos y que el Gobierno está preparado para cualquier escenario.
Stanjura destacó las consecuencias para todo el país que puede traer la Guerra en Ucrania.
“Debido a Putin, las tasas de interés están subiendo y nuestras deudas actuales se encarecerán. El estado simplemente no tiene la capacidad de compensar y mantener los ingresos o las ganancias de todas las empresas en todos los sectores. Tarde o temprano, tendremos que seleccionar sectores estratégicos para garantizar el buen funcionamiento del Estado. Este es un instrumento clave del gobierno, y reitero que heredamos del Gabinete anterior unas finanzas públicas en mal estado”, afirmó el ministro.