Lipavský: “Cuánto más hace Putin, más nos escuchan los países occidentales”
El ministro de Relaciones Exteriores visitó Radio Praga Internacional para analizar los éxitos de la Presidencia checa de la UE, comentar sus planes para este año, pero, ante todo, habló y largo y tendido de la guerra en Ucrania, del papel de Chequia en el conflicto y su firme apoyo contra la agresión rusa.
Ya ha pasado poco más de un año desde que Jan Lipavský fuera nombrado jefe de la diplomacia checa a pesar de las reticencias expuestas abiertamente por el presidente Miloš Zeman. Superado aquel primer escollo, seguramente Lipavský no podía imaginar lo extremadamente difícil que sería su estreno en el cargo con una guerra en Ucrania desatada semanas después de ocupar el Palacio Černín, la imponente sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con lo que sí podía contar ya el invierno pasado es con el papel fundamental que le tocaría desempeñar durante la Presidencia checa del Consejo de la UE en la segunda mitad de 2022. Un mandato por el que el Gobierno checo ha sido elogiado ampliamente dentro de los Veintisiete gracias a su gestión del apoyo a Ucrania o la crisis energética, la migratoria o los pasos adelante dados en la ampliación de la UE hacia los Balcanes Occidentales.
Jan Lipavský comenzó su amplia entrevista ofrecida a Radio Praga Internacional comentando precisamente la exitosa Presidencia checa del Consejo de la UE.
“Estoy muy contento de escuchar tan a menudo que hemos hecho una buena presidencia. Por supuesto, fue una tarea enorme para Chequia y para un gobierno nuevo. ¿Cuál es la ganancia? La ganancia es el buen nombre de Chequia en Europa. Hemos demostrado que somos un socio constructivo, que somos capaces de gestionar y liderar dando ejemplo y, a veces, ofrecer un buen compromiso. Porque no se trata de dictar lo que Europa debe hacer. La UE es mucho trabajo y encontrar buenos compromisos cuando las cosas se ponen muy delicadas, como con las sanciones o el debate de la seguridad energética o la crisis energética provocada por Vladímir Putin. Nosotros logramos navegar por todas estas cuestiones”.
“La intención de Putin era dividir a sus oponentes. Me alegra mucho poder decir que no tiene éxito dividiendo Europa”.
La guerra en Ucrania es, por supuesto, lo que ha marcado tanto la presidencia checa de la UE como su propia andadura como ministro, en la que ha realizado hasta tres viajes a Kiev. En su intento por dividir Europa, Putin la está uniendo aún más, dice Lipavský.
“Putin está mentalmente en guerra contra Occidente. La UE es parte de ese Occidente que quiere destruir. Su intención era dividir a sus oponentes. Me alegro mucho de poder decir que no tiene éxito dividiendo Europa. Por supuesto, tenemos muchas discusiones, tenemos distintas visiones e intereses, pero al final, el consenso europeo en política común de defensa es muy, muy fuerte. Así que hay que decir que no tiene ningún éxito dividiéndonos y nosotros somos más fuertes que nunca”.
Desde que comenzó la invasión de Ucrania en febrero de 2022 y, al no cesar Rusia en sus crímenes, la experiencia de países como Chequia, que pasaron tantas décadas a las órdenes de Moscú, es cada vez más escuchada en Bruselas, cuenta el ministro.
“Tenemos que explicar nuestra posición, explicar nuestro miedo, nuestra experiencia histórica, que es muy fuerte, con el mando de Moscú aquí, en Polonia, en las repúblicas bálticas…. Cuánto más hace Putin, más nos escuchan los países occidentales y entienden nuestras experiencias y nuestras advertencias. Es una cuestión compleja, de paciencia, pero con mucho trabajo estamos consiguiendo ir hacia adelante con nuestras posturas políticas”.
Jan Lipavský insistió en el hecho de que la guerra de Ucrania es la de todo el mundo democrático occidental.
“Definitivamente, Ucrania está luchando por nuestra libertad y por nuestro modo de vida conteniendo a los rusos. Si vieras los medios rusos, la propaganda que tienen, verías y escucharías tanto odio contra Europa, con llamamientos abiertos a invadir otros países europeos, bombardear y destruir ciudades. Y los valientes ucranianos están luchando y manteniendo a raya este tipo de mal”.
A nivel internacional, lo que es fundamental en los próximos meses es seguir trabajando en las sanciones a Rusia, porque estas funcionan, destaca el ministro.
“Las sanciones están funcionando. Lo vemos en cómo cae la producción industrial en Rusia en muchas áreas y esto está afectando significativamente sus esfuerzos de guerra”.
“Tenemos nuevas opciones. Sobre todo, vemos que Rusia está intentando conseguir tecnología occidental que ellos no son capaces de producir, y son muchas cosas que necesitan para sus esfuerzos bélicos, para producir las armas de alta calidad. Así que tenemos que ver las formas en las que ellos intentan evitar las sanciones. Así que, por ello, nuestra gran misión es mantener las sanciones. Estas se han de prolongar cada seis meses, por lo que se volverá a discutir el régimen. Es un gran esfuerzo, pero las sanciones están funcionando. Lo vemos en cómo la producción industrial está cayendo en muchas áreas en Rusia y esto está afectando significativamente en sus esfuerzos bélicos”.
A día de hoy, es imposible decir por cuánto más se alargará esta guerra, según Lipavský.
“Tenemos que estar preparados para una guerra larga y para realizar esfuerzos de guerra en apoyo de Ucrania, que está defendiendo su soberanía y su integridad territorial. Y también apoyarlos cuando digan que es el momento de negociar la paz. Zelenski propuso un plan para la paz, pero, por supuesto, incluye la condición de que Rusia abandone su territorio, que es justo lo contrario que pretende Rusia con su falsa anexión y su presencia en el terreno”.
Como tampoco hay una respuesta clara, dice Lipavský, para cómo será la posguerra y las hipotéticas relaciones que mantendrá Praga con Moscú en el futuro.
“Tenemos que asegurar a Ucrania que no vamos a negociar una paz sin ellos y que no violaremos uno de los principios más básicos de la Carta de las Naciones Unidas: que las fronteras no se pueden cambiar por la fuerza bruta”.
“Cuando hablo de que tiene que haber un tribunal especial para juzgar los crímenes de agresión, por supuesto estoy apuntando a Vladímir Putin y su responsabilidad por la guerra de Rusia contra Ucrania. Por otra parte, también hemos visto muchos ejemplos en la historia, todas las guerras terminan con diplomacia. Pero no se trata de crear una visión de cómo debe acabar la guerra sino más bien de asegurar a Ucrania que no vamos a negociar una paz sin ellos y que no violaremos uno de los principios más básicos de la Carta de las Naciones Unidas y los principios surgidos tras la Segunda Guerra Mundial. Y este principio básico es que las fronteras no se pueden cambiar por la fuerza bruta, ya que ese es precisamente el crimen de agresión”.
La relación con Budapest y Pekín
En esas delicadas negociaciones a nivel europeo sobre sanciones a Rusia, por ejemplo, Hungría ha sido la principal nota discordante que ha hecho peligrar varios acuerdos. Con el país de los Veintisiete más próximo a Moscú, Chequia tiene también una estrecha relación por compartir un área geográfica y experiencias similares en los últimos años. Sin embargo, si algo ha caracterizado al actual Gobierno checo es haber tomado distancia con el Gobierno de Viktor Orbán y con el propio grupo de Visegrado en el que están representados Chequia, Hungría, Eslovaquia y Polonia. Lipavský sostuvo para Radio Praga Internacional que el Grupo de Visegrado sigue siendo muy importante para solventar los desafíos de esta época, que afectan a todos por igual, como la crisis energética o la migratoria. Pero también valoró el “formato Slavkov”, en el que colabora Chequia con Austria y Eslovaquia.
“Justo ahora que Ucrania está luchando por nuestros valores, no deberíamos abandonarlos por la esperanza de agradar a China”.
Otro de los giros que ha dado la República Checa con Lipavský es con respecto a China, una relación que el presidente Miloš Zeman quiso estrechar al máximo. Con el gigante asiático, Praga se encuentra en un momento de revisión de relaciones, reconoce Lipavský. China es importante para Chequia para cuestiones muy relevantes como el suministro de microchips o material sanitario, entre otros, pero nadie debería olvidar los valores que defiende, destacó Lipavský recordando los acercamientos de Miloš Zeman a Pekín.
“Creo que fue un intento que se demostró completamente erróneo, especialmente por la forma en la que fue llevado a cabo. Definitivamente, y justo ahora que Ucrania está luchando por nuestros valores, no deberíamos abandonarlos por la esperanza de agradar a China. Nuestra relación con China debe ser pragmática. Necesitamos proteger nuestros valores, pero, por supuesto, también buscar oportunidades de negocio, que no es algo que debamos excluir por completo”.
Entre las prioridades del ministro Lipavský se encuentra la diplomacia económica, que para Radio Praga Internacional describió como “la promoción de Chequia como un país moderno y abierto para los negocios, que produce cosas increíbles que ayudan a nuestros socios”. Como ejemplos, puso Lipavský el apoyo tecnológico y armamentístico para la seguridad de Ucrania, pero también mejorando el sistema de salud en países africanos.
Para concluir la entrevista, el ministro enumeró los objetivos de su Ministerio para 2023.
“Definitivamente, me gustaría promocionar Chequia en distintas regiones del mundo como Sudamérica, África y Asia, por lo que estoy preparando viajes a estas regiones. Lideraré una delegación comercial a India, y, por supuesto, está la guerra en Ucrania. Tenemos que seguir apoyando a Ucrania y resolver todas las consecuencias de la guerra, la crisis migratoria, la crisis energética... Y también estamos escribiendo una nueva versión de nuestras estrategias sobre seguridad y asuntos exteriores, pero también nos dedicaremos a la Ley Magnitsky de sanciones, que ha entrado en vigor este 1 de enero, así que también trabajaremos en eso”.
Asimismo, destacó Lipavský la importancia que da personalmente a otros proyectos de derechos humanos que Chequia realiza a largo plazo, por ejemplo, de apoyo a periodistas y libertad en los medios de comunicación, incluido el proyecto Media Freedom Coalition en el que la República Checa es miembro. Con respecto a la cooperación internacional, Lipavský recordó una sencilla idea expresada en su día por Václav Havel, cuando dijo que si no nos preocupábamos de los problemas de los demás, nadie se preocuparía de los nuestros.
Y hablando de presidentes, y con las elecciones presidenciales checas a la vuelta de la esquina, Jan Lipavský solo dijo para Radio Praga Internacional que le gustaría que el próximo jefe de Estado representase al país en toda su diversidad, que una a la sociedad y que proteja la Constitución checa cumpliéndola.
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