Se izan en Chequia 679 banderas por el Tíbet
Con motivo del 55 aniversario del Levantamiento Nacional Tibetano, durante el que la represión china acabó con la vida de 80.000 habitantes del Tíbet, se izarán en la República Checa 679 banderas en municipios y centros educativos. Además, se celebrará un festival tibetano frente a la embajada china.
En recuerdo de este sangriento acontecimiento y en solidaridad con el Tíbet, que sigue bajo control chino, han decidido izar este lunes la bandera tibetana 583 ayuntamientos y gobiernos regionales de la República Checa, así como 96 centros educativos. En la acción, que forma parte de la campaña internacional ‘Bandera para el Tíbet’, se han involucrado desde ciudades grandes, como Praga o Brno, hasta pequeños municipios de tan solo un par de miles de habitantes.
Aunque el evento más significativo es sin duda el festival de cultura tibetana que se celebra a partir de las cinco de la tarde precisamente frente a la embajada china en Praga, y que ofrecerá música tradicional, gastronomía, trajes típicos y muestras de la ortografía local.
La constante solidaridad con el Tíbet expresada por las instituciones checas se debe a la inevitable identificación que buena parte de la población del país siente respecto a los tibetanos, sometidos a un régimen de tipo comunista. Así describía para la Televisión Checa la escritora Alena Ježková su entrada en el Tíbet.
“Ya cuando cruzamos el Puente de la Amistad, en el Nepal, en el control fronterizo, nos entró una fuerte angustia, porque todo de repente recordaba los tiempos del totalitarismo. Y además más duro, estábamos rodeados de aduaneros con cara de pocos amigos, todo era vigilado, todo era muy estricto, no podíamos pasar con algunas cosas, había que estar callado. Y nos preguntaron si llevábamos libros. Y eso me recordó poderosamente los tiempos del totalitarismo, porque también te preguntaban entonces en la frontera si no traías contigo literatura perniciosa”, relató.De acuerdo con la experiencia vivida en Tíbet, Ježková considera que aunque ya no se puede hablar de ocupación, la presencia de las fuerzas de seguridad y militares chinas es constante, y que la atmósfera es todavía la de un pueblo reprimido. Además, la autora considera que la cultura tibetana sigue siendo perseguida y que realmente se encuentra en peligro su supervivencia.
“Vivimos todo el tiempo en la idea de que un día volverá el Dalái Lama y el país será liberado, pero viendo como están las cosas, esto probablemente no sucederá. Ahora, después de 60 años de dominio chino, ya es predominante la población étnicamente china, trasladada allí a la fuerza. Ya hay siete millones y medio de chinos y solo seis millones de tibetanos en el país, que no tienen ni de lejos las mismas condiciones que los chinos. Así que nos encontramos con el genocidio de una nación que dentro de 50 años podría haber dejado de existir”, sostuvo.
La campaña internacional ‘Bandera por el Tíbet’ surgió a mediados de los años 90 en Europa Occidental como apoyo a la lucha pacífica de los tibetanos por sus derechos nacionales. La República Checa se une a su celebración regularmente desde 1996, y además de instituciones públicas también alzan la bandera del Tíbet empresas, iglesias, bibliotecas y viviendas particulares.