Reciclando más se evitarán daños ecológicos en América Latina
Aumentar la eficiencia del procesamiento de materias primas y mejorar el sistema de reciclaje de residuos. Estos son los grandes retos de la República Checa para mitigar los daños ecológicos y sociales que causa la industria extractiva en los países en vías de desarrollo. Coincidieron en ello los participantes de un seminario en Praga, organizado por Amigos de la Tierra.
Andrés Idarraga, de Amigos de la Tierra de Colombia, señaló en Praga que los ciudadanos deberían apelar a sus Gobiernos para que la Unión Europea deje de favorecer políticas comerciales para la explotación de los recursos naturales en América Latina.
“En general se favorecen aún más, aumentan las inversiones extranjeras directas de las empresas que hacen parte de la UE. A cambio, en el marco de esos acuerdos comerciales, la UE se pone de acuerdo con nuestros países y entre otras cosas flexibilizan normas ambientales. Hay algo muy importante y es algo que recién salió, por ejemplo, la prohibición de la utilización de cianuro, que es una directiva europea para la minería. Entonces, yo me pregunto ¿cuántas empresas de origen de la UE van a asumir esa prohibición de utilizar cianuro en la minería también en América Latina?”.
El ecologista colombiano resaltó que la responsabilidad es de la comunidad europea.
“No podemos decir que la República Checa es la responsable, pero lo que me interesaría es que la postura del Estado checo en la UE sea: No, estas políticas en América Latina deberían ser distintas. Tampoco lo vemos”.
Ivo Kropáček, de Amigos de la Tierra de la República Checa (Hnutí Duha), apuntó que los checos afrontan un problema similar en Bohemia del Norte donde la explotación de lignito implica la destrucción del paisaje y desalojos.
“Mientras que en Chequia tenemos leyes bastante buenas y la gente sabe defenderse y recibe un precio bastante justo por su vivienda y tierra, aunque también ocurren expropiaciones, en los países en vías de desarrollo los derechos humanos son violados y las comunidades que se oponen a la minería son criminalizadas por los gobiernos locales”.
El activista subrayó que en la República Checa es necesario invertir los recursos en mejores servicios de reciclaje, en vez de la construcción de nuevas plantas incineradoras.