RCh quiere programas de integración para mano de obra del exterior
El Gobierno checo apoya los programas de integración de extranjeros a pesar de que actualmente envía a los trabajadores de otros países a casa debido a la crisis económica. Según el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Petr Nečas, la República Checa volverá a necesitar la mano de obra del exterior.
El Gobierno checo soluciona ahora el problema de qué hacer con aquellos que perdieron su empleo a raíz de la crisis económica. El Ministerio del Interior les ofrece 500 euros y el billete de avión para que vuelvan a su país de origen. Por su parte, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Petr Nečas, excluyó del registro de las llamadas “tarjetas verdes” decenas de puestos de trabajo a los que podían aspirar extranjeros de doce países extracomunitarios.
A pesar de estas medidas, Nečas recuerda, que debido al decrecimiento demográfico, la República Checa no prescindirá en el futuro de la mano de obra del exterior.
“La estancia a largo plazo de la mano de obra extranjera tiene que venir acompañada por programas de integración donde los conocimientos del idioma serán una condición indispensable. Si uno no es capaz de entenderse, tiene más dificultades para encontrar trabajo y además está indefenso ante posibles actuaciones contra su persona”, dijo Nečas.
En Pilsen, en Bohemia Occidental, acaba de realizarse un proyecto piloto de integración que monitoreó durante varios meses el empleo de extranjeros en la ciudad. Sus resultados servirán de inspiración para otras grandes localidades checas, así como para los legisladores que elaboren nuevas normas referentes al empleo de extranjeros y sobre todo el funcionamiento de las agencias de trabajo, que son unas 2.500 en todo el país.La coordinadora del empleo de extranjeros en Pilsen, Martina Hánová, explica que 46 de las 50 agencias de trabajo observadas en el marco del proyecto violaron la ley.
“Solamente se aprovecharon de la oportunidad. Emplean a los extranjeros mediante un acuerdo, así que no tienen que pagar seguro, impuestos, no respetan el código laboral”, apuntó Hánová.
Según la ley, es el empleado quien tiene la obligación de pedir la prolongación de su permiso de trabajo. Como el trabajador extranjero tiene firmado un contrato laboral con la agencia, ésta le dice que solicitará la prórroga, pero al mes siguiente le anuncia que no la ha recibido y se desprende fácilmente de la persona contratada.
Según el sondeo, las agencias de trabajo trajeron a Pilsen desde octubre hasta diciembre de 2008 casi mil extranjeros. A finales del año fueron en total trece mil. Una tercera parte de ellos no tiene en este momento trabajo.
El proyecto de integración de Pilsen continuará. Este año se centrará en ayudar a los extranjeros que quieren permanecer en la República Checa.