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3) El barbudo checo, un cazador adorable

El barbudo checo (český fousek)

El barbudo checo (český fousek) es la raza del braco de pelo duro más antigua de Europa. Destaca por su extraordinaria capacidad para la caza, el rastreo y un carácter leal y amable.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Iveta Řeháková

Los pelos largos en la barbilla le dieron su nombre al barbudo checo, un perro de tamaño medio, pelaje áspero y orejas caídas. La diligencia y la gentileza son los primeros atributos que se vienen a la mente de la cinóloga Vladimíra Tichá a la hora de hablar de esta antigua raza checa, según afirmó a Radio Praga Internacional.

“Es una raza maravillosa. Creo que tal vez no asombra con su apariencia, pero es un perro muy laborioso. Algunas fuentes escritas mencionan que se criaba en la corte del rey Carlos IV en el siglo XIV y que entonces había un barbudo en cada casa de guardabosque”.

Vladimíra Tichá | Foto: archivo de Vladimíra Tichá

Conforme con fuentes históricas, el barbudo checo representa el braco de pelo duro más antiguo de Europa. Originalmente fue criado para desempeñar todo tipo de labores en el campo, en el agua y en el bosque. Mientras que durante la época de Carlos IV la raza se denominaba Canis bohemicus, con el paso del tiempo obtuvo otros nombres como perro checo o braco checo. El actual nombre del barbudo checo apareció después del año 1896, un hito histórico para el desarrollo de esta raza popular, explica Tichá.

“En la ciudad de Písek trataron de recuperar la raza. El profesor Sekyrka fundó el club de cría del checo barbudo. No obstante, el Imperio Austro-Húngaro ordenó que el idioma oficial del club fuera el alemán. Los miembros respondieron si la raza de cría es el checo barbudo, querían hablar checo. Finalmente, el club terminó sus actividades”.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Libuše Rodová

Durante la Primera Guerra Mundial, el barbudo checo no se extinguió por un golpe de suerte y gracias a un reducido grupo de criadores aficionados. En 1924 se recuperó el club de criadores y, cuarenta años después, la raza fue reconocida oficialmente por la Federación Cinológica Internacional.

“En la actualidad, el checo barbudo representa a la raza más numerosa de los perros bracos. Entre sus características destaca la capacidad de encontrar y traer la caza mayor y menor, exhibirla, rastrear los animales heridos a tiros, trabajar en el agua, el campo y el bosque. Es un perro versátil y lo único que no sabe hacer es meterse en una gazapera porque simplemente no cabe allí”.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Iveta Řeháková

Un perro para el paisaje checo

El barbudo checo ha ganado popularidad por su carácter amable sin tendencias agresivas hacia otros perros. Por tanto, puede ser criado en cuadrilla.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Drahomíra Matějáková

“Puede parecer como un ceporro, pero es muy inteligente. Su pelaje tiene tres capas – el pelo secundario, el pelo duro y el pelo más largo. Es un pelaje resistente que le permite aguantar encerrado en una jaula sin aullidos. Tiene mucho cariño a los humanos y se lleva bien con los niños. Si hay algo que me sorprende es que los especialistas en la canisterapia aún no hayan descubierto su carácter amable respecto a los humanos. En la ciudad no encontrarán mucho a esta raza, se crían más bien afuera del espacio urbano. Me gusta el lema de sus criaderos - dicen que es un perro para el paisaje checo”.

Un perro para deportistas

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Aleš Bráza

El barbudo checo aprende con facilidad y su inagotable energía requiere mucho movimiento, así que no es una raza apta para sofás. Su amo ideal es una persona aficionada al deporte.

En la República Checa se registran anualmente entre 400 y 600 cachorros de barbudo checo, menos que hace varias décadas, cuando se contaban hasta 2000 crías. Vladimíra Tichá explica este descenso.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Libuše Rodová

“El problema es que durante la época de Checoslovaquia se criaban menos razas, como 120, mientras que hoy contamos con aproximadamente 290. Las nuevas razas expulsan a las anteriores y éste es también el caso del checo barbudo. Las tendencias de moda no son favorables para la cría de perros, es mejor, que permanezcan los criaderos estables”.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Libuše Rodová

El Club de Barbudos Checos permanece activo, organizando competiciones nacionales, participando con sus miembros en certámenes internacionales de bracos de caza y publicando materiales de interés. En 2018, se celebró en el palacio de Konopiště la primera edición de la Copa Mundial de los Barbudos Checos y una conferencia sobre los clubs del barbudo checo de todo el mundo.

El barbudo checo  (český fousek) | Foto: Iveta Řeháková
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