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2) El perro chodský, el mejor amigo de los checos

Utilizado en su momento para pastorear ovejas, el perro chodský o pastor bohemio es una de las razas de perro checas más antiguas que existen y gracias a su belleza, practicidad y múltiples talentos se está haciendo conocido incluso fuera de Chequia.

Foto: Klub přátel chodského psa

El perro chodský o pastor bohemio es una de las razas checas más antiguas, cuya  historia se remonta al siglo XIII, aunque recién fue establecida propiamente como tal por un equipo de cinólogos en el año 1985. Originario de la región de Bohemia, se trata de un perro pastor mediano y de cuerpo armonioso que, tal como nos cuenta el especialista Karel Peroutka, comparte algunos rasgos con el famoso pastor alemán, aunque tiene algunas diferencias: es diez centímetros más pequeño, tiene orejas cortas y, si bien sus colores negro y fuego son también similares, el pelaje del pastor bohemio es un poco más largo.

“El perro es utilizado, por supuesto, para custodiar las fronteras y como compañero y guardián de la casa, además de pastorear las ovejas que era un trabajo de todos los días que, en su época, se necesitaba hacer”.

Karel Peroutka y un pastor bohemio | Foto: archivo personal de Karel Peroutka

El hecho de que sea capaz de desarrollar tareas tan diversas tiene que ver con la gran cantidad de virtudes de este animal que destaca Peroutka: su excelente olfato, su increíble docilidad, y el estado permanente de alerta y energía que lo vuelven muy recomendable incluso para misiones complejas como acompañar a las personas no videntes o participar en la canoterapia.

“Conocí a uno de estos perros que trabajaba para la Policía en busca de drogas y además hay varios en Alemania que ayudan a buscar a las personas desaparecidas cuando sucede una catástrofe, por ejemplo, en la zona de los Alpes”.

Foto: Klub přátel chodského psa

Peroutka afirma que, al ser un perro mediano, el pastor bohemio puede vivir en grandes ciudades sin tanto espacio, siempre y cuando los dueños se comprometan a sacarlos a pasear con frecuencia. Por otro lado, asegura que algunos checos son tan fanáticos que, al mudarse de país, decidieron llevarse algunos pastores bohemios a países tan lejanos como Colombia y Paraguay. En todo caso, gracias a sus virtudes tan completas se trata de una raza que, de a poco, se empieza a hacer conocida en varios países fuera de Chequia.

“Es un perro conocido en gran parte del mundo, por supuesto en Europa, especialmente en los países de Escandinavia, en Alemania y en Holanda. En el año 2016 tuvimos la primera exhibición mundial de estos perros en Chodská Lhota, a unos 16 km de Domažlice”.

Karel Peroutka con su hijo y uno de sus cinco pastores bohemios | Foto: archivo personal de Karel Peroutka

En esa exitosa exposición participaron trescientos perros de once países y este mismo año habrá otra aún más grande. Karel Peroutka heredó de su familia el amor por los animales y, desde muy chico, se empezó a interesar por el pastor bohemio luego de descubrir su existencia gracias a una revista. En la actualidad tiene cinco perros de esta raza y asegura que todos los integrantes de su familia colaboran con la crianza porque, de un día para el otro, puede aumentar el número ya que Peroutka es, además, una de las máximas autoridades del Club de Amigos del Perro Chodský.

Foto: Klub přátel chodského psa

“La asociación fue fundada en el año 1991, yo trabajo hace unos diez años y hoy soy su vicepresidente, la idea es por un lado trabajar para su cuidado y, al mismo tiempo, difundir sus principales virtudes, especialmente nos esforzamos por hacerlo en toda Europa”.

Con casi setecientos socios se trata de uno de los clubes de perros más grandes de República Checa y, además de educar a los dueños de estos animales, se encarga también de organizar distintas exposiciones para difundir cada vez más a estos perros que, hasta el momento, fueron reconocidos solo en forma parcial por la Federación Cinológica Internacional.

“Durante mucho tiempo no estaba reconocido pero en el año 2019 obtuvo un reconocimiento parcial por parte de la Federación Cinológica Internacional y la idea es que en el futuro próximo sea absolutamente reconocido, es decir que estamos trabajando para su aprobación total”.

Foto: Klub přátel chodského psa

El pastor bohemio cuenta con el privilegio de tener una estatua en la cima de la colina Hrádek cerca del pueblo de Újezd. Se trata de una de las obras más grandes del escultor Michal Olšiak, que terminó en el año 2011. Tiene cuatro metros de altura, ocho metros de longitud y una particularidad: como es una estatua hueca se puede entrar y luego mirar por la cabeza del perro. Además, no es la única estatua, ya que existe otra mucho más antigua, ni tampoco su única representación en el ámbito cultural.

“Con la cabeza original, o lo que creemos fue la cabeza original, de este perro, hay también una pintura que está en el escudo de los boy scouts checos, es como su símbolo. Además existe una pintura conocida de Mikoláš Aleš”.

El libro de Alois Jirásek 'psohlavci' | Foto: editorial Albatros

Como si todo eso fuera poco, los pastores bohemios aparecen también en Psohlavci, uno de los libros más importantes del escritor Alois Jirásek. Peroutka afirma que el perro chodský se está volviendo cada vez más popular en Chequia: cuenta que, en la actualidad, hay anotados unos nueve mil perros de esta raza a nivel nacional y cada año se registran quinientos cachorros más. La clave de su creciente popularidad, asegura, es que se trata de un perro tan encantador como el pastor alemán, pero mucho más práctico.

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