Ratones y zorros tomaron el palacio de Chvaly
Descubrir qué hay detrás del éxito de la nueva película animada checa Ratones y zorros. Una amistad de otro mundo (Myši patří do nebe) es posible en el palacio de Chvaly, que permite a sus visitantes trasladarse a los bastidores del mundo de animación.
La gran fama del cine de animación checo ha sido recientemente reconfirmada tras el estreno de la película animada con títeres Ratones y zorros. Una amistad de otro mundo (Myši patří do nebe) creada por los cineastas Denisa Grimmová y Jan Bubeníček. La película narra las aventuras de la ratoncita Šupito, que desea a demostrar al mundo que es la más valiente de todos, mientras supera los retos de la amistad, los prejuicios o la pérdida de un ser querido. La trama se basa en el libro de nombre homónimo de Iva Procházková. La película fue realizada en coproducción con Francia, Polonia y Eslovaquia. Estrenada en octubre de 2021, la cinta ya ha cosechado galardones en numerosos festivales de cine europeos, obtuvo el premio a la Mejor Película Animada en Shanghái y fue nominada entre las cinco mejores películas animadas en los Premios de la Academia de Cine Europeo. Mientras tanto, unos 25 países han mostrado el interés en presentarlos en sus pantallas de cine.
El palacio de Chvaly, situado en el barrio capitalino de Horní Počernice, alberga en sus tres plantas una exhibición de títeres, elementos escenográficos, decoraciones y utilería de la película. El público tiene la oportunidad de descubrir el complejo proceso creativo del cine de animación con títeres. La directora Denisa Grimmová compartió algunos pasos con Radio Praga.
“Primero se crea el diseño artístico y después se modela el títere. Se puede realizar de forma clásica, es decir, de plastilina, o digital, en 3D. Posteriormente se elabora un armazón de metal con coyunturas que se coloca en el interior del títere. El siguiente paso es la envoltura, es decir, la piel, o el pelaje en nuestro caso”.
La exhibición ofrece a los visitantes la oportunidad de observar los escenarios de las películas desde cerca. Por su parte, los niños podrán emprender una aventura con un mapa que sirve de guía interactiva por los bastidores de la película. Asimismo, pueden ver un documental sobre la creación de la película y tomarse fotos en un rincón especial ambientado como un sótano medieval.
Lo más complejo es lo menos llamativo
La creación de cine de animación con títeres es una disciplina compleja. Denisa Grimmová reveló que paradójicamente una de las escenas más complicadas fue una que el espectador apenas apercibirá.
“Hay una escena donde aparecen hojas de lampazos y queríamos que se movieran. El equipo pasó casi dos semanas resolviendo cómo lograrlo. Al final, colgamos las hojas en cuerdas para paracaidistas con contrapesos y motores que produjeron el movimiento. Salió bien, aunque los espectadores tal vez ni siquiera se den cuenta”.
Para dar un mayor toque de autenticidad a la película, los cineastas optaron por uso de objetos naturales en lugar de materiales artificiales, explica el director Jan Bubeníček.
“Durante las preparaciones del rodaje se hizo una prueba tecnológica, en que usamos objetos fabricados de yeso. No obstante, llegamos a la conclusión de que para que los objetos fueran más sugestivos y arrastraran al espectador dentro de la historia, deberíamos utilizar objetos naturales. Así que Denisa pasó varios años yendo al bosque y trayendo piñas y piedras”.
Luchando contra la naturaleza
Los creadores no enfrentaron sólo retos técnicos y logísticos, sino también una lucha contra la naturaleza, prosigue Bubeníček.
“Una de las decoraciones fue dañada por una carcoma que nos entretuvo durante varios días. Obviamente, la madera se puede pulverizar con algún veneno, pero el problema fue que los animadores ponen la cabeza dentro de la decoración, así que tuvimos que resolver cómo matar a la carcoma y no a los animadores”.
Los protagonistas de la película no han sido solamente los ratones-títeres, sino también ratones vivos, aunque de una forma no precisamente agradable para los cineastas, apunta Denisa Grimmová.
“En una escena aparece nieve hecha de azúcar. Pero cuando la decoración estaba en almacén, empezaron a comérsela los ratones. Después de la Navidad regresamos y la nieve estaba dañada y alrededor había excrementos. Nos dijimos que era simbólico y al menos les hicimos una bonita Navidad”.
La película Ratones y zorros. Una amistad de otro mundo continúa la tradición mundialmente famosa de la animación de títeres de la que presume la República Checa. Sus creadores Denisa Grimmová y Jan Bubeníček pasaron por la escuela del titiritero, animador y director Břetislav Pojar, una leyenda del cine de animación checo. La exhibición permanecerá abierta en palacio de Chvaly hasta el 15 de mayo de 2022.
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