Rakušan: "Pedir la paz e intentar entrar por la fuerza en el Museo Nacional es inaceptable"

La Plaza Venceslao de Praga volvió a ser testigo de otra manifestación antigubernamental este sábado. Esta vez, el evento desembocó en un intento de entrar por la fuerza en el Museo Nacional y arrancar la bandera ucraniana de la fachada. 18 manifestantes fueron detenidos y tres policías acabaron en el hospital.

Museo Nacional | Foto: Martin Vaniš,  Radio Prague International

Miles de checos se reunieron este sábado en la Plaza Venceslao de Praga y bajo el lema “Chequia contra la pobreza” se manifestaron contra el Gobierno. Jindřich Rajchl, organizador del evento y jefe del partido Derecho Respeto Profesionalidad (PRO), no dudó en amenazar a la representación política e informó de que si el Gobierno no aceptaba sus peticiones y no dimitía, el 16 de abril iba a convocar otra manifestación que desembocaría en el bloqueo de los edificios gubernamentales.

Algunos asistentes a la manifestación demostraron ya este sábado que no dudaban en recurrir a acciones violentas cuando, una vez terminada la manifestación, se desplazaron al Museo Nacional y quisieron entrar por la fuerza en el edificio para quitar la bandera ucraniana de su fachada. En el lugar se escucharon eslóganes como “Quiten el trapo”, “Chequia para los checos” o “Bandera checa”. Más detalles sobre los acontecimientos ofreció para la Radio Checa la portavoz de la Policía, Violeta Siřišťová.

Foto: Michal Kamaryt,  ČTK

“Una vez terminada la manifestación, la situación se intensificó delante del Museo Nacional. Repetidamente pedimos a los asistentes que abandonaran su intención de entrar violentamente en el Museo. Detuvimos a 18 personas por no obedecer a las llamadas. Tres policías resultaron heridos durante la intervención y fueron llevados al hospital”.

Una de las asistentes a la manifestación fue la senadora Jana Zwyrtek Hamplová que sostuvo: “Nuestra capital no es Bruselas ni Washington ni Moscú ni Kiev, nuestra capital es Praga y nuestro país se llama República Checa”.

El partido PRO pide que el Gobierno se esfuerce por conseguir una solución pacífica a la guerra en Ucrania. Asimismo, Chequia debería, según PRO, cortar el suministro de material militar a Ucrania.

Jindřich Rajchl | Foto: Michal Kamaryt,  ČTK

El ministro del Interior, Vít Rakušan, publicó en un tuit: “El ataque violento contra el edificio del Museo Nacional y el intento de quitar la bandera ucraniana como resultado de una manifestación que pide paz y negociación es algo inaceptable. Y es solo una de las cosas absurdas del evento del señor Rajchl”. Otro ejemplo de absurdidad vio Rakušan en el hecho de que los manifestantes acusaran al Gobierno de censura mientras expresaban libremente su opinión en una de las plazas principales de la capital. El ministro también tuvo que defender la intervención de la Policía, a la que la muchedumbre gritó “vergüenza” y “pegan a los nuestros”.

“La Policía impidió la entrada al Museo Nacional con armamento disuasivo en el momento en el que la muchedumbre se demostró agresiva. Hubo momentos en los que alguien utilizó la bandera como arma contra la Policía y, en este momento, por supuesto, la Policía reaccionó adecuadamente. Al fin y al cabo, el número de personas detenidas demuestra que, probablemente, sí se produjeron situaciones que requirieron la intervención de la Policía”.

Uno de los asistentes que entró en conflicto con la Policía fue el decano de la Universidad de Economía de Praga (VŠE), Miroslav Ševčík. La Universidad sostuvo en su cuenta de Twitter que su comportamiento estaba excediendo los límites desde hacía mucho tiempo y que, por mucho que esas fueran sus opiniones, no puede separar sus actuaciones personales del hecho de ocupar un cargo público. El asunto todavía está por debatirse en la Universidad. El ministro Rakušan ofreció más detalles acerca del incidente con Ševčík.

“El decano Ševčík quería hablar con el comandante de la intervención. Eso le fue permitido y en el lugar fue informado de que en el caso de que tuviera alguna sospecha sobre algún procedimiento en contra de la ley, podía comunicarlo en la comisaría más cercana de la Policía de la República Checa”.

La Policía, además, detuvo a un participante de la manifestación que llevaba en su mochila el emblema del grupo mercenario Wagner y la letra Z, símbolos de guerra rusos que portan las tropas invasoras en Ucrania. Puede ser acusado del delito de negación, cuestionamiento y aprobación del genocidio.

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