¿Qué impulsó a Dvorak a componer su Stabat Mater?
El Viernes Santo los cristianos recuerdan la crucifixión de Jesucristo. Una semana antes suele presentarse el Stabat Mater de Antonín Dvorák, una obra religiosa que expresa la compasión con el sufrimiento de Jesucristo y su madre María, la petición de perdón, pero también el dolor del mismo compositor por la muerte de sus propios hijos.
"Dios, amor, Patria", éste sería el lema de Antonín Dvorák que en brevedad caracterizara los valores que respetaba en su música y en su vida.
Dvorák empezó a componer su Stabat Mater a los 35 años de edad, en la primavera de 1876. Se dejó inspirar, como varios compositores previos a él, por un texto medieval del siglo XIII, cuyo autor es probablemente el poeta italiano Jacopone da Todi o San Bonaventura.
Sin embargo, sucesos trágicos en la familia del compositor checo fueron los que dieron origen a la emotiva obra Stabat Mater. En septiembre de 1875 murió la hija de Dvorák, Josefa, tan sólo dos días después de su nacimiento. Lleno de tristeza y añoranza por la niña Dvorák transmite su dolor a las notas musicales. En mayo de 1876 interrumpió el trabajo dedicándose a otros proyectos. Un año después, en agosto, su hija Ruzena, de once meses de edad, se envenenó con fósforo utilizado para la fabricación de cerillas. Apenas un mes más tarde, el 8 de septiembre 1877, día del cumpleaños del compositor, muere de viruela el tercer hijo de Dvorák, Otík. Tenía tres años.
Como si buscara alivio en su dolor, Dvorák vuelve a Stabat Mater y lo acaba el 13 de noviembre del mismo año. Fue estrenado en diciembre de 1880 en Praga.