Puente de Carlos vuelve a abrirse para los turistas
El Puente de Carlos, atracción turística de primera magnitud de la capital checa, ha vuelto a abrirse a los turistas y a los praguenses tras un receso de 16 días causado por las inundaciones.
El acceso al Puente de Carlos pudo ser reabierto después de que terminara la limpieza de la estrecha calle Karlova, en la Ciudad Vieja de Praga por la cual suelen dirigirse los turistas al histórico puente, construído por el emperador romano germano y rey checo, Carlos IV hace 645 años.
En el puente no funcionan todavía las farolas y los turistas no podrán bajar por la escalera que conduce a la plaza de la isla fluvial de Kampa, una de las zonas de la capital checa más afectada por el desbordamiento del Vltava.
El rector del Instituto Superior Tecnológico Checo, Jirí Witzany, explicó que los especialistas sometieron el puente a un minucioso chequeo para detectar eventuales nuevas grietas causadas por la reciente crecida del Vltava. Afortunadamente, sólo se ha comprobado la existencia de las viejas hendiduras con cuya reparación se contaba.
Al puente ayudó según Witzany la perfecta reparación de los pilares tras la devastadora crecida de 1890, una de las mayores catástrofes naturales que jamás afectaron a Praga y al puente de Carlos. En aquel entonces troncos de balsas obstruyeron los arcos del puente, causando el derrumbe de dos pilares y tres de los 16 arcos.A la estabilidad del Puente de Carlos ayudó también una placa de hormigón armado, colocada debajo del empedrado durante la última reparación del puente en los años 70 del siglo 20.
Tras la reapertura del Puente de Carlos para el tránsito peatonal los turistas pueden pasar como antes de la Ciudad Vieja de Praga al barrio de Malá Strana y contemplar en el histórico puente gótico una galería al aire libre de primorosas estatuas barrocas.