Presidente Zeman dice que las sanciones contra Moscú pueden acabar este año

Vladimir Putin, Miloš Zeman, foto: ČTK

La visita del presidente checo, Miloš Zeman, a Moscú despertó polémica desde el principio hasta el final. Debido al conflicto de Ucrania la mayoría de los presidentes de los países de la Unión Europea optó por no asistir a la celebración del 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial convocada por el Kremlin.

Vladimir Putin,  Miloš Zeman,  foto: ČTK
Miloš Zeman fue el único presidente europeo recibido por su homólogo ruso, Vladimir Putin, el 9 de mayo en Moscú con motivo de las celebraciones del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Durante la entrevista el mandatario ruso aseguró que estaba dispuesto a restablecer sus vínculos con la Unión Europea (UE), afectados por mutuas sanciones económicas por causa del conflicto ucraniano.

En declaraciones a la estación de radio rusa Kommersant FM, Zeman dijo que la situación en Ucrania le parecía satisfactoria y que estimaba que las sanciones europeas pueden ser levantadas a finales de este año.

“El presidente Putin constató que está plenamente a favor del cumplimiento del acuerdo de Minsk, hasta la última palabra”.

El primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, no compartió lo expuesto por Zeman y en declaraciones a la Televisión Checa (ČT) sostuvo que no veía muy real esa apreciación.

“En caso del cumplimiento del acuerdo de Minsk puede llegarse a la reducción o eliminación de las sanciones, pero no creo que eso se consiga en el año en curso”.

Bohuslav Sobotka,  foto: Filip Jandourek
Para los representantes de la oposición política checa, como por ejemplo el eurodiputado Pavel Telička, del movimiento ANO, las informaciones del presidente Zeman difieren de las que disponen los líderes de los países miembros de la Unión Europea, que denuncian que en el este de Ucrania operan fuerzas rusas.

El jefe de la bancada parlamentaria del Partido Cívico Democrático, Zbyněk Stanjura, recalcó que la República Checa, como país comunitario no debe actuar por separado y que el presidente Zeman no debe tomar decisiones en nombre de la Unión Europea.

El único en apoyar al presidente Zeman fue el líder de la bancada comunista Pavel Kováčik quien subrayó que Rusia es un importante socio comercial y político con el que se debe contar.