Praga se enfrenta a plataformas como Airbnb
El problema con los alquileres turísticos de habitaciones y pisos también ha llegado a Praga. Un grupo de trabajo de la Alcaldía de la ciudad ya está trabajando en el asunto.
El concejal de turismo Jan Wolf ha explicado sobre qué se están centrando en este momento:
“Simplemente estamos dando a conocer la legislación actual. Habrá un gran espacio en nuestra página web resaltando los derechos y obligaciones de los proveedores de alojamiento y sus clientes. También podrán encontrar todo tipo de información, como dónde enviar sus honorarios y dónde registrar a sus visitantes”.
Este mercado turístico está incrementando las rentas y haciendo perder dinero al Ayuntamiento de la ciudad, ya que solo un 5% de estos arrendatarios pagan las tasas turísticas que exige la ley.
“La Alcaldía recauda anualmente sobre 9,5 millones de euros de los propietarios de los hoteles y otros alojamientos. De acuerdo con nuestro estudio, alrededor de 3.800 euros no son declarados cada año en alojamientos compartidos. Si en estos momentos hay entre 10.000 y 14.000 habitaciones en Praga, alquilados por una media de 120 días al año por unas tres personas cada vez, estamos perdiendo casi 4,6 millones de euros anualmente, inclusos más respecto a los impuestos”, ha explicado Wolf.
Por el momento, desde el consistorio esperan que los propietarios de estos apartamentos tomen conciencia de la gravedad del problema y se pongan al día con los requisitos normativos. Si esto no ocurre, comenzarán a tomar medidas más estrictas, según apuntaba el edil.
Berlín, Barcelona o Ámsterdam ya han tenido que enfrentarse a plataformas como Airbnb. En las dos primeras ciudades los arrendatarios pueden alquilar habitaciones individuales siempre y cuando utilicen al menos la mitad del piso para uso propio, mientras que en la capital holandesa se limita este tipo de hospedaje a 60 días al año.