Los estudiantes checos tienen dificultades en encontrar alojamiento, los desplaza Airbnb
Para los estudiantes checos es cada vez más difícil conseguir alojamiento privado, por lo que está creciendo el interés en las residencias universitarias.
Andrea Mužíková, estudiante en busca de una habitación en la ciudad de Brno desde el mes de mayo, explica que algunos de los propietarios ponen condiciones curiosas o exigen recargos adicionales por ciertos servicios.
“Una vez me dijeron que el precio por el piso era solo la primera oferta y que habría una subasta. Otro propietario me dijo que podía tener visitas, pero que les cobraría unos cuatro euros por noche”.
Los corredores de bienes raíces destacan que la falta de pisos para estudiantes se debe a que los propietarios los han renovado y ahora los están alquilando a largo plazo a los residentes checos, o a corto plazo a los turistas a través de Airbnb. Para los propietarios, los estudiantes simplemente dejaron de ser clientes interesantes. Como resume Jaroslav Novotný, presidente de la Asociación de Agencias Inmobiliarias.
“Se trata de bienes que se venden rápidamente y a bajo coste, por lo que la oferta no es muy variada”.
Los precios de los inmuebles han subido sobre todo en las ciudades de Praga, Brno y Olomouc. Los estudiantes se ven forzados a mudarse a los alrededores de las ciudades, y están dispuestos a viajar distancias largas para llegar a la Universidad. Las estadísticas de la empresa Bezrealitky.cz indican que solo hace dos años, los estudiantes estaban dispuestos a viajar media hora para llegar a la Universidad, mientras que hoy están dispuestos a viajar más de una hora.
Por la falta de pisos disponibles se registra un interés creciente en las residencias universitarias. Sin embargo, las plazas en las residencias se están acabando rápidamente. En los dormitorios de la Universidad Carolina en Praga, por ejemplo, para el semestre que viene ya se ha llenado un 90% del total de 11,000 camas disponibles. La institución intenta conseguir otros espacios para aumentar la capacidad de alojamiento, como explica Jiří Macoun, director de las Residencias y Comedores de la Universidad Carolina en Praga.“Paso a paso estamos tratando de reconstruir las instalaciones que antes no se utilizaban para crear alojamiento para los estudiantes universitarios”.
El Ministerio de Educación planea iniciar un programa para la reconstrucción de las residencias universitarias al final del año. Si el Gobierno checo aprueba el proyecto, apartará unos 97 millones de euros.