Praga es uno de los grandes enigmas de mi vida, dice el escultor español Martín Chirino

El sueño canario, 1968

Después de presentarse en Bratislava, Zagreb y Biarritz, una exposición retrospectiva de la obra de uno de los más prestigiosos escultores españoles del siglo XX, Martín Chirino, fue inaugurada este martes en el Palacio Belvedere, en el Castillo de Praga.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, Martín Chirino vive y trabaja en la actualidad alternativamente en Madrid y Nueva York, informó la comisaria de la exposición, María Luisa Martín de Arguila.

"La exposición comienza con una pieza de finales de los años 50 de su etapa informalista. A continuación se pueden contemplar muy interesantes ejemplos de sus espirales, sus vientos, y el resto de las obras que han caracterizado su trayectoria, los aeróvoros, las alfaguaras para terminar con dos bellos ejemplos de su serie de las cabezas o las máscaras que constituyen la Crónica del siglo XX".

La exposición de Martín Chirino en Praga se celebra simbólicamente en un lugar que tiene raíces españolas, el Belvedere, palacete renacentista que hizo construir para su esposa Ana el rey Fernando I, nieto de los reyes católicos de España.

"Yo creo que es extraño porque se va creando una especie de contradicción histórica en el hombre. Esto lo tengo muy asumido también. Yo acepto todas las contaminaciones a que me va sometiendo el mundo en que vivo. Entonces, ver mi obra expuesta en un palacio renacentista es parte de mi pensamiento, era algo el que yo quería hacer y encuentro que es perfecto. Creo que el diálogo que se establece entre pasado y presente es muy interesante", opinó Martín Chirino.

La exposición en el Belvedere no representa el primer contacto de Martín Chirino con la República Checa.

"Evidentemente el concepto de Centroeuropa para nosotros los europeos que vivimos en la periferia es fundamental. Sabemos donde crece la gran cultura. Yo sigo siendo humanista, me interesa muchísimo la cultura centroeuropea porque me parece que es la raíz de todo mi pensamiento", expresó Chirino.

¿No se dejará inspirar por la estancia en Praga para realizar una obra escultórica dedicada a la capital checa?

"Eso me gustaría mucho, porque Praga es para mí uno de los grandes enigmas de mi vida. Sabemos que todos los artistas del siglo XX, a principios del siglo, visitaban Praga como la fuente de inspiración, el lugar necesario. Sí que me gustaría a mí que apareciera alguna obra que se llamase Praga, y lo voy a intentar".

¿Tiene algún sueño que quisiera realizar?

"Sí, no sólo el de volar como queremos todos, tener alas y ser un nuevo Ícaro ... Mi sueño es saber que sin pasión no hay vida y que esa pasión algún día tiene que ser un hecho real, algo justo".